A partir de ahora, se celebrará todos los 27 de noviembre, en el país y el mundo, el Día de la Beata Catalina. Estuvieron presentes congregaciones de Argentina y del mundo.
Peregrinos de distintos países y puntos de Argentina llegaron a la ciudad de Córdoba en las últimas horas de anoche y las primeras de hoy, para asistir a la beatificación de Madre Catalina.
La ceremonia comenzó este sábado a las 10 en el predio del Centro Cívico, y estará presidida por el cardenal Ángelo Amato, Prefecto para la Causa de los Santos enviado por el Papa Francisco. En tanto, el Arzobispo de Córdoba monseñor Carlos José Ñáñez, fue el anfitrión de la ceremonia como Pastor de la Iglesia Católica local.
La fundadora de las Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, fue beatificada en una multitudinaria celebración presidida por el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y enviado papal, cardenal Ángelo Amato, en el centro de la ciudad de Córdoba.
“Concedemos la facultad de que la venerable Sierva de Dios Catalina de María -en el mundo conocida como Josefa Saturnina Rodríguez- ejemplo ardiente del amor de Cristo y del servicio a los hermanos más necesitados, sea llamada beata de ahora en adelante”, leyó el purpurado el decreto en italiano firmado por el papa Francisco, que luego fue traducido a los presentes por monseñor Ricardo Araya, obispo de Cruz del Eje, donde el santo Cura Brochero vivió su ministerio y compartió la misión con la Madre Catalina.
A las 10.28 una gigantografía con la imagen de la nueva beata argentina fue desplegada al costado del altar y, en medio de aplausos de la multitud, se acercaron al altar las reliquias de la Madre Catalina.
El relicario se confeccionó con una forma semejante a una custodia porque la beata Madre Catalina era Cristocéntrica, amante de la Eucaristía, y fue llevado por la hermana María Silvia Fiorentino ECJ, madre general de las Esclavas del Corazón de Jesús; la hermana Marita Barrionuevo ECJ y Emma Paulinelli, vicepostuladoras de la causa de beatificación; el hermano José Molina SJ, médico perito del milagro; Eugenia Valdéz, hija de Sofía Acosta, que recibió el milagro de la Madre Catalina y el presbítero Santos Moyano, sobrino tataranieto de la nueva beata.
El cardenal Amato indicó, además, que el Papa estableció que la memoria litúrgica de la Madre Catalina sea el 27 de noviembre “en los lugares y según los modos establecidos por el derecho”.
El arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñáñez, agradeció al cardenal y al Santo Padre “en nombre de cuántos celebramos esta fiesta de la fe, el don de Catalina de María Rodríguez, beata”.
Hubo congregaciones de la provincia de Córdoba y fieles de Catalina, y peregrinos de Argentina, Chile, España y Benín (África), países donde las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús tienen comunidades.
Durante la ceremonia estuvieron presentes el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, y por la Nación, la vicepresidenta Gabriela Michetti. En tanto, el gobernador de San Luis, Adolfo Rodríguez Saa también asistió.
En los momentos previos al inicio de la ceremonia, estuvo presente el artista cordobés José Luis Serrano, quien interpretó a su entrañable personaje, Doña Jovita.
Con humor y rimas, la querida viejita de Traslasierra contó historias sobre el Cura Gabriel Brochero y Madre Catalina, quienes fueron amigos y compañeros en la tarea de ayudar a los más necesitados. (InfoGEI) Mg
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