La zona norte de nuestra ciudad ha cobrado un notorio crecimiento edilicio que ha sido acompañado, y posibilitado, por las necesarias obras de infraestructura una de las cuales, el asfalto, con la pavimentación de calle Pueyrredón y las transversales que van desde 4 de Febrero hasta Carrasco, ha transformado la zona que causarían el asombro para quien haya faltado de Baradero durante un año o poco más.
Las calles pavimentadas, las luces de mercurio, dos plazas públicas distantes escasos metros una de otra, las modernas construcciones, tanto particulares como comerciales que en casos llegan a ser de avanzada, hacen del barrio norte de Baradero un lugar destacado. Enhorabuena.
Lo comentado líneas arriba nos gustaría que se replicara en todo el ámbito ciudadano, cosa que no resulta fácil de concretar, por supuesto. Estas diferencias suelen darse en todas las ciudades, pero sería deseable que en nuestro Baradero esas desigualdades se vieran minimizadas, y esto ya no es tan difícil si desde la oficina de Planeamiento Municipal se trabajara con una coherencia que ha faltado y no de ahora sino desde hace largos años.
La contracara, y no la única, del barrio norte es el barrio sur.
Allí el pavimento brilla por su ausencia y el pedregullo, el legrado asfáltico o la piedra partida según el caso, han sido esparcidos de manera caprichosa y sin criterio comprensible.
El barrio Raúl Borrás (Fo.Na.Vi.), edificado con varios aciertos, cuenta con gas natural ya que cuando se levantaron las viviendas, cada una poseía la casilla para instalar el medidor y por las paredes corrían las cañerías destinadas a transportar el gas hasta los artefactos domésticos correspondientes. Un avance notorio, era la década del 80, pero desde entonces, más de treinta años han pasado, el gas natural quedó circunscripto a las manzanas del mencionado barrio y las casas que ocupan las manzanas que rodean el Fo.Na.Vi., algunas ubicadas a diez metros de los conductos de gas, siguen usando garrafas. En cuanto a la iluminación es deficiente y si se la compara con la de la zona norte es muy pobre; para completar, el servicio de recolección de residuos tampoco es tan efectivo y, especialmente si se trata de bolsas del tipo llamado «de consorcio», a las que se ha visto permanecer durante días en los frentes de los domicilios sin que nadie las levante.
En el título se lee que el sur también existe expresando la esperanza de que quienes deban hacerlo, lo tengan en su debida (y merecida) cuenta.
El Diario de Baradero
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