Con esta frase simple pero que resume perfectamente el ser solidario, el Padre Rubén de la Parroquia Nuestra Señora de Lujan, definía lo que está ocurriendo con la heladera solidaria donde el 24 de diciembre previo a la nochebuena, estaba llena de comidas y bebidas para que el que menos tiene pudiera recibir la Navidad con alegría.
Esta iniciativa del Dr. Giorgetti funciona de maravillas, la gente ya conoce el sistema, se acercan en familia a dejar la comida con su rotulo y bien empaquetada, mientras que aquellos que requieren de este servicio solidario solo retiran lo que necesitan.
El Padre Rubén, habló sobre la heladera y su funcionamiento;
“Ahora estos días estuvo repleta la heladera y ahora está totalmente vacía. Estamos muy felices realmente, a mi me llena de felicidad, porque para mucha gente a significado tener algo mas para pasar la navidad. El que tiene más ayuda al que tiene menos, es algo muy lindo ver a los papás con los niños cuando traen su comida a la heladera.
Algunos me preguntan si pueden llevar y yo les digo no tienen que ni tocar timbre, ni preguntar, la heladera está ahí – porque está afuera las 24 horas- es cuestión de abrir la puerta y servirse, ahí tiene unas breves indicaciones en la puerta de llevar lo que uno desee- pero no llevar de mas- y sobre todo no desparramar, no romper y no olvidarse de cerrar la puerta de la heladera.
El Dr. Giorgetti ha hecho por su propia cuenta unos volantes, donde comenta lo de la heladera, hasta ahora todo lo han traído siempre muy bien empaquetado, preparado, todo muy lindo, no tenemos dificultad en eso».
¿Ha participado mucha gente de la misa de gallo?
«La verdad fue lindísima la misa del sábado, muchísima gente, sinceramente no esperaba tanta gente. Creo que el horario ayuda también, nuestra misa más de un hora no dura y entonces 21:30 ya estaban libres y podían irse con su familia a esperar la navidad».
Ha logrado juntar un hermoso grupo que trabaja mucho por la parroquia
«Acá la Virgen de Lujan me hizo un regalo muy lindo que esta comunidad, que es una comunidad fantástica, gente buenísima, trabajadora, con entusiasmo, que aprecian al sacerdote, que apoyan los proyectos y yo encontré algo al venir acá hace siete años que es un lindo clima de familia y que me esmere mucho en profundizarlo, en que siguiera habiendo ese clima de familia y creo que los hemos logrado, hay muchísimo para hacer, pero si yo estoy feliz acá».
¿Se nota además un buen clima entre ambas parroquias?
«Y está bien que sea así, y además estamos trabajando muy bien con el padre Lucas, somos grandes amigos, yo lo quiero mucho, el me aprecia a mi también, así que gracias a Dios nos estamos complementado bien.”
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