Ariel y Sofie, sueñan y trabajan por un mundo mejor, lo hacen con sus herramientas, alimentándolo con mucho optimismo y amor, el mismo amor que los unió en el norte argentino hace unos años, acortando las distancias y eliminando las fronteras de Argentina y Bélgica, al menos en sus corazones.
«La mejor manera de aprender un idioma es hacerlo con la persona que uno ama», fue la respuesta de Sofie, al preguntarle sorprendidos por su buen manejo del español. Con esa respuesta entendimos que está es una historia de amor, un amor de pareja, un amor por todos.
Ariel Pascuali es baraderense y un viaje al norte de nuestro país le hizo ver que quería una vida distinta, donde pueda contribuir a la humanidad desde su propia pasión. La fotografía; “Yo hice la primaria y secundaria acá y después me fui a Buenos Aires, estudie licenciatura en comercio exterior y trabaje como despachante de aduana durante 16 años». Comenzó diciendo el negro, como lo llaman sus amigos, para inmediatamente pasar a hablar de su pasión; «Mi pasión por la fotografía viene desde chico, desde mi primer cámara que me entregó mi papá en el viaje de egresados a Córdoba. Igual siempre miraba las fotos que había en los cajones, siempre me interesó mucho la fotografía». Cuenta también que hizo cursos, pero se considera autodidacta y rescata a la fotografía analógica, por el arte del proceso para obtener la imagen; «primero está el momento de hacer la foto donde uno está ahí presente y se trata de la luz, el diafragma, las velocidades y demás y después el otro momento, tan apasionante como el primero, que es estar en el laboratorio haciendo el revelado».
En 2009, junto a dos amigos de su ciudad viajó por primera vez a la región norte de Argentina, para llevar donaciones a escuelas de fronteras entre Bolivia y Chile. A su regreso, Ariel recordó el amor y la sinceridad de la gente de esa región que vivía lejos de los centros urbanos y unió su pasión por la fotografía con los niños de esa región y así poder transmitir la autenticidad a través de las imágenes tomadas por ellos mismos al resto de la sociedad.
«La primera vez que conozco el norte fue el año 2009 que viaje con dos amigos de Baradero, Eduardo Maizano y Neco Barabino, ahí juntamos donaciones , fuimos en el camión recorrimos Tucumán, Salta y Jujuy, entregamos donaciones a las escuelas, a Caritas, la verdad que fue mi primer contacto con el norte que fue increíble. Más que nada lo que más me impacto fue la gente, la sinceridad, la honestidad, la amabilidad, el amor que tienen, así como también lo expresivos que son y eso me gusto mucho». Ese viaje lo marcó, dejó su trabajo y volvió, su proyecto inicial se llamó «iluminados por lo natural»;
«Empecé con la idea esta de darles talleres a los chicos- para dejarles algo- y no solo darle alimentos, sino darles algo más, pensé en enseñarles fotografía, enseñarle el arte, para que ellos puedan desarrollarse».
Así fue que conoció a An-Sofie Leenknecht, nacida en Roeselare Bélgica, una turista Belga que recorría Latinoamérica con una mirada sobre el mundo parecida a la de Ariel;
“A mí siempre me encantó América Latina, viajar por acá, así que hice un viaje hace más de dos años para conocer Perú, Bolivia, Argentina y en un momento cruce la frontera por la Quebrada de Humahuaca y me quede en un hotel, una mañana coincidimos con Ariel y ahí nos conocimos. El me invito que fuera a visitar las escuelas donde el daba los talleres de fotografía y lo acompañé y me sentí tan relajada, tan tranquila con él, que luego al final nos quedamos tres semanas juntos. Después yo tenía que continuar porque tenía un vuelo, pero nos quedamos en contacto y así fue que nos enamoramos».
Juntos comenzaron a soñar con crear una ONG a nivel mundial y así nació Light of the children, su objetivo es tan simple como maravilloso, y los resultados demuestran que en la mirada de un niño, no importa donde viva ni como viva es el mismo, es luz, paz y amor.
Nuestro trabajo se centra en los niños que tienen menos oportunidades de expresarse, como niños de grupos minoritarios, niños refugiados, niños con discapacidades o niños que viven en regiones remotas. La visión y la experiencia de cada niño es única, pero similar. Dice la presentación de la ONG en su página web.
«Nosotros les entregamos cámaras analógicas a los chicos de 8 a 12 años, le damos un taller de tres horas de lo básico- para que el niño pueda aprender a manejarla, aprender a encuadrar y demás, y tienen un periodo de tiempo para hacer las fotos de unos días, el rollo es de 36. La idea es los niños de esa edad -que captan todo-, frenarles un poco la era del clic, con los talleres lo que se les da y con lo analógico es que los chicos puedan estar más atentos , mas presentes al momento de hacer la foto, que los chicos puedan pensar, puedan imaginarse que foto quieren hacer y luego tomar la cámara y hacer la foto, es como frenar ese momento de velocidad que se vive ahora. La experiencia tanto para mí como para Sofie es increíble, es sorprendente el resultado y da más ganas para seguir». Contaba Ariel.
Juntos fundaron la organización en Bélgica y la denominaron “Light of the Children” con el objetivo de hacer crecer el proyecto para llegar a más niños en más países. El sueño de seguir fomentando el desarrollo creativo para los niños de Argentina, Bélgica y el mundo, compartiendo y uniendo culturas a través del mundo.
«Por ahora tenemos el auspicio de Kodak Inglaterra, que es quien nos da las cámaras analógicas, pero bueno ya después los viajes, revelados y demás es todo costoso por eso los invitamos a conocer nuestra Web donde se pueden hacer donaciones y conocer más nuestro trabajo . Nos gustaría hacer muchos más talleres en el año, vamos a tratar de dar dos o tres talleres como máximo en el año y una exposición». Dice Ariel quien sueña con poder vivir esta experiencia en su ciudad natal, Baradero.
«En Baradero tenemos muchas ganas de hacerlo. Mi intención era juntar la mirada de los niños de la escuela de la isla, el Hogar del Niño y una escuela del campo, era como unir las tres miradas y porque no hacer algo con el GAD también. Necesitaríamos recursos para el revelado e impresión de las fotos, las cámaras las podríamos traer nosotros de Bélgica».
La enriquecedora entrevista, va llegando al final y es Sofie, con su español aprendido por amor, quien resume en pocas palabras que es y que busca la ONG “Light of the Children”;
«Nos hemos encontrados con chicos muy abiertos, chicos que son muy curiosos, que quieren aprender, lo último que hicimos fueron los talleres en Bolivia con chicos con discapacidad y sin discapacidad, pero no había diferencia, cada chico es igual, curioso, quiere aprender y lo que encontramos es que, porque también hicimos los talleres en Bélgica, Holanda, Argentina y Bolivia ahora, que la mirada de cada chico es igual. Lo que le importa a los chicos es la familia, los amigos, la naturaleza, la vida cotidiana, la escuela, así que también es eso, nosotros queremos mostrar al mundo que no hay fronteras, que la vida de cada chico vale».
ALGUNOS DATOS
Light of the Children
Quiere contribuir a un mundo:
Donde los niños puedan desarrollar su potencial a través del arte, tener acceso a una forma creativa para expresarse y empoderarse; lo que resulta en más autoestima, valor para sus vidas y forma de vivir, más empatía hacia los demás y responsabilidad hacia sus propias familias y comunidades.
Donde las comunidades intercambian, aprenden unos de otros y comprenden mejor la cultura de cada uno.
Donde el público en general sea más consciente de la diversidad, se sienta unido a otras comunidades y construya un sentido común del mundo.
COMO TRABAJAN
SELECCIONAR
Seleccionamos las escuelas o centros donde desarrollamos el proyecto.
APRENDER
Introducimos a los niños a la fotografía, el uso técnico y mantenimiento de la cámara, luego los dejamos ir, dándoles total libertad para usar la cámara como lo desean.
UTILIZAR
A cada niño se le da una cámara por un período de tiempo determinado.
REGRESO
Las cámaras se recogen una vez que los niños han terminado de capturar sus imágenes.
FEEDBACK
Las fotografías son impresas y distribuidas entre los niños donde los profesores y alumnos pueden intercambiar sus opiniones sobre el contenido y la forma de cada imagen, para luego seguir trabajando con ese material.
PUBLICAR
Fotógrafos profesionales y curadores seleccionan fotos de cada taller para mostrarlas en una exposición fotográfica. Este paso permite a los niños de las diferentes escuelas y países intercambiar sus imágenes y compartir sus visiones de los mundos que habitan.
Pagina Web Oficial: http://www.lightofthechildren.org
Facebook: Light of the Children
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