La consultora Analogías asegura que gran parte de los indicadores económico-sociales son peores que en 2015. Según la encuestadora, se explica por la contracción industrial, la caída de la demanda, el endeudamiento público, la mayor desocupación y la pérdida del salario real.
La consultora Analogías publicó hoy un informe a dos años de la asunción de María Eugenia Vidal como gobernadora de la provincia de Buenos Aires, asegurando que «el balance económico arroja un resultado negativo: gran parte de los indicadores económico-sociales se encuentran en peores condiciones que en 2015».
El trabajo asegura que «la leve recuperación de 2017 no alcanzó a revertir la recesión del año anterior. El nivel de actividad económica provincial fue en los primeros tres trimestres del año pasado 1,3% inferior a igual período de 2015. Se trata de un aspecto relevante puesto que, en la misma etapa, la actividad económica en el orden nacional se recuperó de la recesión de 2016».
«El mal desempeño económico de la provincia de Buenos Aires se explica en buena medida por el proceso de contracción industrial. Al mes de octubre del año pasado el nivel de actividad fabril se ubicó 4,7% por debajo del mismo período de 2015. Esto obedece a la significativa caída en rubros sensibles para el empleo como textiles, metales comunes y la industria del papel y el cartón. En todos estos casos, la caída del consumo, la apreciación cambiaria y fundamentalmente la apertura comercial jugaron un papel relevante», agrega.
En referencia a la demanda, Analogías concluye que «las ventas de los supermercados registraron al mes de noviembre una fuerte contracción de su facturación agregada que alcanzó el 9,4% en términos reales respecto a igual período de 2015. En efecto, el consumo minorista experimentó una contracción relevante. A su vez, las exportaciones anotaron un crecimiento del 3,8% respecto a 2015 y la obra pública registró un crecimiento importante en 2017».
Sobre el cuadro fiscal, indica que «mostró un comportamiento expansivo. La recaudación registró un leve crecimiento real en comparación con la de 2015, en el orden de los 2,6 puntos porcentuales. Ello, en virtud de la expansión en 2017 de automotores, sellos e inmobiliario, además del omnipresente peso del impuesto sobre los ingresos brutos. Allí tallaron fuerte las ventas de vehículos -con creciente peso de importados- y la activación del rubro construcción (residencial privada) y compra/venta de inmuebles».
«La contracara de la recuperación en los ingresos propios y el impulso a la obra pública ha sido el fuerte crecimiento en el pago de intereses (un 60,7% más que lo ejecutado en 2015 en términos reales) debido al proceso de endeudamiento público, especialmente externo que fue un 40,7% mayor que el que se contaba dos años atrás», añade el estudio.
Más adelante, el informe expresa que «tanto la caída en el nivel de actividad como la composición sectorial de la misma incidieron en un crecimiento del nivel de desocupación en la provincia de Buenos Aires, que estuvo vinculado a la falta de creación de puestos trabajo. La desocupación resultó en el tercer trimestre del año pasado 47,8% más alta que en igual período de 2015, acercándose a los dos dígitos (9,9%). El nivel de empleo privado registrado fue un 0,1% inferior y los salarios reales de este conjunto de trabajadores se ubicaron un 6,6% por debajo de los registros de 2015 (datos correspondientes al mes de septiembre). Esta situación muestra un agravamiento de la situación social de los bonaerenses, que parece afectar especialmente a los sectores de menores recursos, lo cual se puso de relieve en el aumento de la asistencia a comedores escolares entre otros aspectos».
Para finalizar, Analogías concluye que «en tiempos de plena discusión acerca de la paritaria docente -con una oferta oficial del 15% en un año en el que la inflación probablemente se aproxime al 24/25%- la administración provincial prevé continuar con la política de ajuste dirigida a la reducción de los salarios reales de los trabajadores del sector público, cosa que se viene constatando en sus dos primeros años de gestión. A tal punto que en los primeros tres trimestres de 2017, año en el que se recuperó parcialmente el salario real, los gastos en personal cayeron 0,5% en términos reales respecto a igual período del año anterior. Todo ello se inscribe en un contexto donde Buenos Aires recibirá en 2018 más de 40.000 millones de pesos extraordinarios por resarcimiento y compensaciones de la coparticipación federal». (Latecla.info)
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