La herencia del Ángel
Generalmente de nuestros padres heredamos, el parecido físico, a veces los gestos o la voz. Heredamos también la personalidad, el carácter, la esencia. Pero pocas veces heredamos un don artístico, ese talento que lo hizo especial, diferente que dejó una huella, un legado.
Juan Sebastián Concilio, rompió con esta regla, si bien desde pequeño se encontró inmerso en un mundo donde la música y el canto era lo cotidiano, no pensó que en un futuro sería como ese hombre que amaba y admiraba cuando lo veía frente a un grupo de personas combinando los sonidos, tocando música con la voz como único instrumento.
Juan, es hijo de Ángel Concilio, un ser extraordinario, un amante de la música coral, un revolucionario, que hizo a fuerza de talento y sacrificio que muchas ciudades tengan un coro.
Ángel, recorría semanalmente en colectivo cientos de kilómetros, para llegar a cada ciudad y brindar sus clases. Sus coros no eran liricos o religiosos como se acostumbraba, cantaban música popular Argentina, folclore. Todo un desafío. Le negaron iglesias o salas por su repertorio, pero nada lo detuvo. En el viaje entre pueblo y pueblo, este trovador, componía, hacia arreglos, repasaba zambas, chacareras, candombes, etc.
Ángel Concilio, con su talento y convicciones revolucionó el canto coral en la década del ´80, con la vuelta de la democracia.
«Desde la estrella del fin, el duende en su voz tramó con su guitarra partir olvido, distancia y temor. Embrujar suele ser buen remedio pal dolor»,
Esta estrofa del Gato del Duende y la Flor, que Juan Sebastián destaca en su Facebook, nos permite volver al comienzo de la nota y decir que como pocas veces pasa de manera tan parecida, la herencia del Ángel, la verdadera herencia, la del talento artístico, pasó a su hijo.
«Está en lo natural el Ángel de tu ausencia; volando encontraré la risa en tu presencia. Es tu vino el fruto de mi voz.
Ángel Concilio gracias por regalarme amor a la música, enamorarme de la Dirección Coral y hacerme hincha de Racing Club. Te amo en donde sea que estés».
Juan Sabastián Concilio, es músico, director de coro, compositor, profesor de canto, está escribiendo su propia historia, la herencia del Ángel está en él y lo enorgullece
“En realidad nunca fue un impulso, ni una decisión, yo crecí con esto, la verdad que crecí con esto y si bien en mi adolescencia me gustaban mucho otras cuestiones, como por ejemplo la historia, la sociología, la psicología y tuve como muchas vueltas, pero en realidad no fueron vueltas, era como naturalizado que yo iba a ser músico, sentí eso, como que tenía que hacer eso. Y después cuando empecé a tener noción del laburo, del trabajo y empecé a ver que a través de la música uno puede vivir, con mucho sacrificio, la verdad que ahí fue como un enganche natural entre aquella inconsciencia sin pensarlo tanto y después el compromiso diario de elegirlo todos los días».
«Calculo que debe ser un poco inconsciente, porque yo no es que busque seguir el mismo camino, se dio así, hace un rato casualmente me contacte con una ex integrante del coro de él, de Pergamino y charlamos un poco de esto y decíamos que muchas veces es una bendición y otro poco es un Karma, porque por un lado todo lo que he logrado a lo largo de estos años de laburo, que son casi once años de dirección, yo creo que he podido un poquito cortar con aquella otra historia, lo he logrado porque tengo mi estilo, tengo mis gustos y demás , pero por momentos me siento en el compromiso de cuidar un poco la historia y demás, pero trato de que eso no me devore, porque la verdad es pesado, un poco pesado por momentos».
«Yo empecé con la guitarra de chiquito y siempre integre los coros de mi viejo, algunos otros coros, siempre estuve en grupos, siempre me interesó la cuestión musical en su amplitud, cuando yo termino el colegio en Pergamino-obviamente como te digo ni se dudaba que yo iba a ser músico -, pero no quería ser director de coros- como para serle un poco la contra a Ángel y bueno decidí finalmente ir a Buenos Aires a estudiar composición musical, así que estudie muchos años la licenciatura en composición musical, que finalmente decidí no terminarla por una cuestión ya de gusto, sentí que no le estaba sacando provecho, entre eso la muerte de mi viejo y finalmente recale con grandes maestros las técnicas de dirección coral, la formación vocal, y demás y ahí empezó todo este camino. Paralelamente yo empecé con el coro juvenil acá, mientras estudiaba composición y ahí fue donde me empecé a enamorar de la cuestión y ahí fue donde dije bueno para, me quiero formar en esto y entonces empecé a investigar y me fui contactando con distintos maestros y ahí fui se empezando a forjar mi carrera».
«Te puedo decir que soy arreglador, porque me gusta, es una cosa en la cual me gusta invertir el tiempo, pero en su momento cuando yo no tenía ni idea si me gustaba hacer arreglador o no, me veía obligado por cuestiones grupales- las personas con las cuales laburaba tal vez tenían ciertas limitaciones y otras virtudes, entonces todo eso yo lo tenía que adaptar y tenía que rescribir cosas. Así empecé sin querer a escribir, por una cuestión de compromiso laboral en realidad, más que con la música, para poder llevar adelante mi compromiso con el trabajo y después empecé a descubrir que me gustaba y dentro del ambiente a inclinarme hacia compositores y arregladores que me gustan mucho y dentro de eso empezar a ver que podía aportar yo, entonces es como que con los coros hoy en día me pasa que hay cosas de mi viejo que me gustan , hay otras cosas que no me gustan tanto y las rescribo y voy tratando de reinventarme».
» Mi viejo vivió una época del ambiente revolucionario en la cuestión del repertorio, porque estuvo muy establecido siempre la cuestión de lo lirico y lo religioso en los coros».
«En este momento tengo la Agrupación Coral Baradero que depende a la Secretaria de Cultura del municipio, el Coro Juvenil de Baradero que cumple 11 años, el Coro Independiente «La Cora» – que es un coro femenino que tiene 4 años -. Pese a mi personalidad siento mucho cariño por los integrantes».
«Si, si queda la estructura heredada, quedan 10 o 12 personas más o menos».
«En nuestra cultura todo pasa muy rápido y todo se echa al olvido y yo como que medio soy celoso de eso y no quiero que pase, si bien es cierto que la gente que trató con el siempre lo recuerda con mucho amor, creo humildemente sabiendo lo que mi padre significó para la cultura de este pueblo queremos que las generaciones futuras sepan quien fue».
«El año pasado fue el decimo, surgió hace 10 años, promovido también por la Agrupación Coral Baradero, pero yo nunca tuve demasiado que ver. Mi idea es que crezca el encuentro. A él no le gustaba mucho el reconocimiento, era medio reacio».
«Lo que pasa que al no criarme con ellos, la verdad que siempre tenemos un cariño muy grande y como vivimos muy lejos siempre estamos en contacto, de vez en cuando nos escribimos».
«Yo tuve mi momento rockerito, pero mi raíz siempre la encontré en mi crianza que fue el folclore y no pude evitarlo- no quise evitarlo tampoco-, ahora estoy tratando de largar un poco mi proyecto de composición, me gusta escribir mucho también. Casualmente esa letra que leíste al principio es una frase de una canción que le hice a mi papá. Ahora estoy terminado de grabar el disco».
«Hay un coro en Arrecifes que es de la biblioteca de esa ciudad, que lo dirige un ex coreuta de mi viejo y dice que estaban cerrando el año, guitarreando un poco como de costumbre y se encontraron con que el coro sonaba bastante parecido dentro del estilo y se les ocurrió ponerle coro Ángel Concilio».
«Además de los coros con los que estoy lunes, martes, jueves y viernes, después doy mis clases particulares, tengo un taller de canto que se llama homo canto, por ahora lo doy en mi casa.”
«Desde la estrella del fin, el duende en su voz tramó con su guitarra partir olvido, distancia y temor. Embrujar suele ser buen remedio pal dolor»
Empieza la mañana pensando en mi querida Agrupación Coral Baradero, primero en la maravillosa humanidad de sus cantantes – luces que la integran, que me roban felizmente la entrega total de mi ser a la música. Luego en la expresión artística a través de la frase, un punto clave en mi filosofía de laburo. En su historia.
Me sostienen estos grupos tan hermosos, alimentan mi amor hacia todo esto. A veces no puedo creer como puede uno llegar a amar literalmente y con todo el pasado-presente-futuro que esto implica, todo el cuerpo y esencia de este arte. La entrega de tod@s para tod@s, la humildad, la constancia y la lealtad.
Por mucho más, siempre arrojado e implacable ante la vida y movimiento de la cultura de mi pueblo.
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