
«Salzman examinó su mano y vio centenares de figuras lejanamente parecidas a los arcanos del Tarot: la Riqueza, el Poder, la Fama, el Amor, la Inteligencia, la Fuerza, el Honor, la Juventud, la Razón, la Salud, la Imaginación, el Arte, la Clarividencia, el Valor, la Fe, la Suerte, la Belleza, la Virilidad, la Inspiración… Sin hacer ningún gesto, dio vuelta las cartas sobre la mesa. —Buen juego —dijo el Tallador—, pero no alcanza. Y jugó el naipe de la Muerte.» — Del libro de Alejandro Dolina «Cartas marcadas»

La muerte es un tema social y cultural; es un objeto privilegiado para las representaciones colectivas que al mismo tiempo tiene efectos en la vida de los individuos. Lejos, muy lejos de espantarnos, la muerte nos desafía en su análisis, a redimensionar el sentido de la vida y posibilita, entre otras cuestiones, comprender el modo en que cada sociedad la representa, entiende, tramita y vive. Nada mejor para este objetivo de esta obra colectiva es contribuir a la temática de la muerte desde una perspectiva distinta, que toma los aportes de la historia, el arte en sus diversas expresiones y la arquitectura, que nos preceden, pero aplicándolo a nuestro espacio, a nuestra «aldea».

Por eso aprovechamos la visita guiada que, organizada por la secretaria de turismo, cultura y deporte, se realizó el pasado jueves en el cementerio local.
Esta visita es una más de las que se viene realizando desde fines del pasado año.
En esta oportunidad se realizó ante una nutrida cantidad de público, la mayoría de nuestra ciudad pero también con turistas que ocasionalmente nos visitan.
La encargada de guiar la visita es la Licenciada en Turismo, María Emilia Do Campo, actual directora de turismo de nuestra municipalidad.

Gracias a ella pudimos conocer aspectos ignorados de la historia del cementerio, sus matices arquitectónicos que fueron variando con el paso del tiempo y los mensajes de los símbolos escondidos a la vista de todos.
Supimos, por ejemplo, que es en el cementerio donde se ubica el único monumento histórico nacional que tiene Baradero.
Lamentablemente también observamos con dolor, la destrucción de obras de arte a manos del vandalismo y la delincuencia.
Sin dudas la visita es propicia para ver la muerte más allá de la muerte. Mirar con otros ojos el lugar del eterno descanso de los que se fueron antes.
Dejamos a continuación el material fotográfico que obtuvimos mientras hacíamos el recorrido de la visita guiada y los invitamos a que, si no la hicieron, se prendan en la próxima.
“No le tengo miedo a la muerte, a lo que sí le tengo miedo es al trance, el ir hacía allá. Confieso que tengo curiosidad por saber de qué se trata.” Atahualpa Yupanqui
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