
Hasta no hace mucho tiempo, era común ver en los escaparates y muestrarios de los lugares dedicados a la venta de diarios, la mayoría de los que se publican en nuestra Capital Federal. El actual costo de los periódicos, alto para salarios muy menguados sumado a la oportunidad de leerlos por Internet, han hecho que sean pocos los ejemplares que se envían a Baradero y que, en casos hayan desaparecido.
El largo camino se inició hace varios años cuando el matutino de la familia Gainza Paz, «La Prensa», un símbolo para los lectores antiperonistas, comenzó a decrecer en ventas. Durante un buen tiempo, solamente un ejemplar llegaba a Baradero hasta que dejó de llegar siendo entonces el primero de los grandes matutinos en desaparecer del ámbito local, desde hace algunas semanas, Diario Popular y el periódico emblemático de la gente «del campo», La Nación, siguieron el mismo camino y, aunque se editan reguñlarmente, sus ediciones dejaron de llegar a nuestro medio.
Son tres entonces los diarios que ya no arriban a Baradero y es de suponer que casos similares han de registrarse en otros lugares del país. Es verdad que la lectura mediante el auxilio de Internet ha contribuido a que esto suceda, pero no puede negarse que la actual crisis económica se refleja claramente en la caída de las ventas.
El Diario de Baradero
Comentarios de Facebook