
Una pareja local se adjudicó el Mundial del Alfajor. Yanina Acosta y Maximiliano Santos son emprendedores y creadores de “alfajores Quiero”. Se quedaron con el oro en la segunda edición del Campeonato Mundial del alfajor, que reunió a más de 40.000 personas en La Rural de Palermo.
Nunca se vendió en kioscos, siempre fueron por encargues y pedidos especiales. Pero se fabrica acá. El alfajor Quiero ganó el Mundial del Alfajor, que se disputó este fin de semana largo en la Rural de Palermo, por donde pasaron más de 40.000 personas.
En el evento contó con más de 70 expositores de nuestro país, y otras naciones como Uruguay, Colombia, Brasil, Ecuador, España, Paraguay, Perú, Canadá y Estados Unidos.
19 categorías: Mejor Chocolate Negro, mejor Chocolate Blanco, Dulce de Leche, Relleno de Fruta, Alfajor Simple, Alfajor de Tres Capas, mejor Galleta, Alfajor de Confitería, Sabor Tradicional, Sabor Exótico, mejor Textura, mejor Aroma a Alfajor, Packaging, Mejor Alfajor Saludable, Alfajor de Maicena, a las que se suman las categorías de Alfajor Glaseado, mejor Alfajor de Autor, Alfajor PYME y mejor Alfajor Industrial.
Yanina Acosta y Maximiliano Santos son emprendedores y creadores de la “bestia” de sabor, que combina el mejor dulce de leche con todo el sabor del maní, para quedarse con el podio alfajorero.
La palabra “Alfajor” proviene del árabe “Al- Hasú”, cuyo significado es “El relleno” y tradicionalmente consistía en una base de pasta de almendras, nueces y miel. Luego fue introducido en España cuando los Árabes invadieron la península Ibérica y por cientos de años de influencia Árabe la cultura Española los adopta junto con otras preparaciones y recetas típicas. Con las inmigraciones Españolas a Argentina el “Al- Hasú” se comenzó a encontrar en algunas casas pasteleras pero sin mucha demanda mas que aquellos Españoles que recientemente llegados estaban acostumbrados a esa pieza pastelera. Hasta ese momento el Alfajor o también llamado Tableta era rectangular y su forma redonda que le dio su grandeza y fama fue aportada por el químico francés Augusto Chammás. Chammás llegó a Argentina en el año 1840 y en el año 1869 inauguró junto a su esposa una pequeña fábrica dedicada a la confección de dulces y confituras.
Desde entonces el concepto creció hasta adquirir la magnitud que conocemos hoy. El Alfajor está presente en todos los kioscos ,almacenes y casas de pastelería, en la mano de cientos de vendedores ambulantes, en ferias, cumpleaños y eventos de todo tipo. Hay de muchas preparaciones y tamaños diferentes, doble, triple, utilizando los ingredientes de la zona geográfica donde se realiza, aportando un valor cultural y un significado emocional inigualable. Cada pueblo tiene su fábrica de Alfajores que es orgullo de sus vecinos. Y cuando el Argentino emigra es sin duda una de las razones de sus primeras lágrimas fuera de esta tierra. En cada una de las fábricas de nuestra golosina más popular la creatividad está al día de la fecha entregando sabores y combinaciones únicas que recorren cientos de kilómetros hasta llegar a la boca de aquel afortunado que recibe esa cajita especial de la mano de sus seres queridos.
campananoticias
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