
El gobierno nacional intenta disminuir los ruidos de la gestión económica en medio de la suba del dólar blue y la caída de los bonos argentinos en los mercados extranjeros. Obviando las presiones que ejercen desde hace semanas los agentes económicos, el oficialismo se aferra -en on y off the record- a la promesa de no devaluar y esquiva las responsabilidades del presente inestable.
En la mañana del martes, en la primera reunión de gabinete que encabezó el presidente Javier Milei tras la aprobación de la Ley Bases, Luis Caputo bajó un mensaje tranquilizador ante sus pares. El ministro de Economía relativizó el presente cambiario y explicó que la reacción de los mercados responde a la “volatilidad” de un escenario de excesivas ganancias de estos actores en los últimos meses que “no representa un problema” para el gobierno.
Extendiendo el discurso de mantener la calma que se bajó desde presidencia, durante la reunión el ministro desligó de responsabilidad a la gestión económica ante la corrida bancaria. “Nos explicó que como todo cambio, se genera incertidumbre hasta que los agentes económicos se adecuan al nuevo escenario. Hasta que los agentes se adecuen al nuevo escenario puede haber volatilidad. No es un problema”,
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