Después de que Miguel y Giuliana dejaran la vida en la esquina de Anchorena y Gallo, en un accidente que todavía no está debidamente esclarecido, familiares y amigos arremetieron contra la figura del por entonces jefe de inspección general, Pablo Scarfoni.
Pablo Scarfoni, un desconocido vecino de nuestra ciudad que había emigrado muy joven a Bs. As., llegó en el año 2006 a la secretaria de Inspección de transito sin más pergaminos que la experiencia que le trajo ser chofer o inspector en los colectivos de la capital federal, con la idea de reorganizar el desastroso transito de la ciudad y educar en el área vial.
El ejecutivo desembolso una gran cantidad de dinero para el área, mostrando un apoyo total, que no se le había dado al anterior inspector general.
A los pocos días, la movida del gobierno empezó a cosechar críticas y escándalos.
El flamante sheriff de transito se peleó con unos de sus inspectores en plena calle, discusiones con los infractores que terminaron en agresiones y que nunca se aclararon, etc.
Luego produjo un importante cambio positivo, reconocido por la mayoría de los ciudadanos y logró medianamente organizar la circulación de vehículos en uno de los lugares con mayores problemas en la provincia de Buenos Aires, trabajando muchas horas por día, al lado del grupo de inspectores.
Pero Carossi al ver que era un funcionario rendidor le fue ampliando las tareas y los cargos, a tal punto que llegó dirigir cinco áreas municipales a la vez y manejar más de 100 empleados, delegando en otra persona el área de transito y como diría el dicho “el que mucho abarca poco aprieta”.
Ya la gestión bien vista, pero siempre criticada fue desapareciendo y transito dejo de ser el tema central de su trabajo como funcionario.
De a poco “Pablito”, apocope gracioso con el que el intendente se refería a él, comenzó a ganarse un lugar hasta llegar a ser uno de los tres mosqueteros, junto con Juan Panno y Sergio Tabanelli.
Interminable cantidad de veces, vecinos y oposición, pidieron la cabeza de Scarfoni e interminable cantidad de veces Carossi no se la cortó.
Después del domingo trágico, Pablo renunció “para oxigenar la gestión del intendente” según dijo.
Todo tipo de rumores se generaron sobre su errante destino, Inspector en Tigre, funcionario del Banco Provincia en La Plata, exiliado en Entre Ríos.
Pero ahora y contra todos los pronósticos Pablo Scarfoni podría volver al gabinete de Aldo Carossi, ocupando solo la secretaría de servicios urbanos.
¿Estaremos en presencia de la vuelta del mosquetero?
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