Paso a detallar a continuación
el suscinto informe que usted demandó;
duele a mi persona tener que expresar
que aquí no ha quedado casi nada en pie.
Mas no desespere, le quiero aclarar
que –aunque el daño es grave -. Bien pudiera ser
que podamos salvar
todo el trigo joven
si actuamos con fe
y celeridad.
Por Inambú Carrasquero -Si allá por los últimos meses del año pasado, alguien, haciendo el análisis más pesimista posible, a la luz de los acontecimiento que se venían sucediendo, hubiera pronosticado que, hoy, prácticamente a mediados del mes de junio, nos encontraríamos habitando una ciudad en este increíble, injustificable y deplorable estado, no lo hubiéramos creído y, con seguridad, lo hubiésemos descalificado por tremendista.
Tal juicio hubiera resultado razonable, ya que no existe una causa condicionante, ajena, que nos haya empujado irremediablemente a tamaño desastre. Qué argumento puede relevar de su total responsabilidad a la conducción política que padecemos, al Honorable Consejo Deliberante, a los partidos de la oposición, al conjunto de la población que ha asistido con pasmosa tolerancia a los hechos de violencia y destrucción, ensayando una tibia reacción acompañando las primeras marchas pidiendo justicia y en poco mas de una semana, estábamos todos, tranquilamente abocados a nuestros asuntos particulares.
Si alguien, por puro masoquismo, se anima a experimentar un sentimiento de profunda tristeza, de paralizante desazón, no tiene mas que emprender un paseo por el centro de nuestra ciudad al anochecer; el frío, la soledad de las calles a esa hora, el abandono de las veredas, las dos estaciones de servicio cerradas y desmanteladas, el espacioso local de San Martín y Oro, oscuro y vacío, la fachada lapidada del Centro Cívico y como final del viaje, la tétrica silueta del palacio Municipal, semejante a una antigua fortaleza, vencida por el vandalismo despiadado, devorada por el fuego y abandonada para siempre, llevarán al nocturno caminante a la triste e ineludible reflexión de que estas ruinas no le son ajenas, que él es parte de esta realidad incomprensible y que, dolorosamente su destino y el de sus hijos están atados, anclados a la suerte de este pueblo, donde hace cincuenta años, sus habitantes jamás hubieran imaginado este angustiante presente.
-A setenta y cinco días de presenciar los hechos del 21 de Marzo, asistimos a la continuación de la película de terror; la incapacidad y sobre todo, la falta de voluntad del gobierno municipal, para comenzar, por lo menos, la reparación del destruido edificio de la municipalidad, permitió que los integrantes de H.C.D. demostraran que si algo les sobra, es paciencia, ya que esperaron hasta hace algunos días para intimar al ejecutivo a comenzar con las obras de restauración y lo hicieron con tan poca firmeza, que más bien pareció una amable sugerencia.
-De la misma manera que las figuras relevantes de los partidos de la oposición, las instituciones representativas de la comunidad, han permanecido visiblemente al margen de la situación, evidenciando que no hay inconveniente en que la vida de la ciudad se siga desarrollando en estas condiciones.
-La falta de la conciencia de responsabilidad en su desempeño representando a la población por parte de los concejales, ha quedado claramente evidenciada en los papelones protagonizados por el concejal Depauli y el Concejal Elmer; dichos incidentes son públicamente conocidos, sin embargo al día de hoy, no tenemos conocimiento de que se les haya aplicado, aunque sea, un tirón de orejas o los hayan dejado sin postre.
-El jefe comunal se permitió, incomprensiblemente, desestimar la invalorable y desinteresada colaboración ofrecida por el partido socialista que, en la persona del Sr. Miguel Manguich hubiera aportado capacidad, honradez y buena voluntad para reorganizar el departamento de tránsito.
-La comisión Investigadora del H,C,D, para no desentonar con la imagen que da, emitió un dictamen rebosante de debilidad, carente de legítima autoridad y contundencia y desprovisto de las formas legales correspondientes, donde responsabiliza al intendente por los hechos del 21 de Marzo, dándole a éste la sabrosa oportunidad para ningunearlos y hasta sobrarlos públicamente.
-El intendente, lejos de amilanarse por la realidad que ni siquiera intenta, aunque más no sea, reconocer, se preocupa únicamente en demostrar y dejar sentado que las urgencias y las prioridades son establecidas por ËL y atendidas cuando EL y solamente EL, lo decida.
Como si todo esto fuera poco, se advierte un creciente clima de crispación que nos sume en más incertidumbre, si fuera posible. El estado de cosas, es decir, las causas que propiciaron los acontecimientos del 21 de Marzo, siguen, sin soluciones, sin respuesta y sin que se hayan establecido responsabilidades, por lo tanto, el peligro de que se repitan hechos de violencia semejantes a los de hace setenta y cinco días, continua latente. Debemos agregarle el agravante de que el enfrentamiento de las autoridades con gran parte de la población se ha profundizado: asistimos a conflictos laborales en el municipio que no son atendidos y nos desayunamos con que acosos y amenazas a empleados municipales, son, desde hace tiempo, moneda corriente.
A pocos días de asumir en su función, el Secretario General de la Municipalidad, demostró con su actitud, el poco espacio que tiene para tomar decisiones que le permitan darle sentido a su gestión.
El lunes próximo, el H.C.D. deberá votar la destitución o la continuidad del intendente. ¿Tendrán en cuenta los ediles y tendremos claro nosotros, los ciudadanos, que lo que está en juego no es la suerte de Carossi, sino el destino de nuestra ciudad, por lo tanto, el nuestro y el de nuestros hijos y nietos?
Sin animo de alardear, solamente atendiendo a un dato de la realidad, desde hace mucho tiempo, algunos medios locales, han ocupado, sin proponérnoslo, el vacío dejado por la oposición y la participación ciudadana, encima soportando a menudo, la incomprensión y la crítica feroz; por estos días, se han incrementado las intimidaciones y amenazas a algunos medios, al punto de que la FM E99, suspendió momentáneamente su programación, por falta de seguridad. Es inconcebible e inaceptable encontrarnos en esta situación. En los duros años de la dictadura sabíamos que nuestros derechos ciudadanos estaban suspendidos y teníamos claro a qué atenernos, además, nos alentaba la ferviente esperanza de que ese nefasto gobierno llegara a su fin; lo que nos ocurre ahora, es doblemente desalentador pues, a veintisiete años de haber retornado a la democracia, nos encontramos, como si fuera una pesadilla, sufriendo atropellos propios de un gobierno dictatorial.
Parece una mala broma, nuestra ciudad, la más antigua de la provincia, la primera colonia agrícola, la del emblemático festival popular, la del río y las barrancas . . . , por estos días se ha hecho célebre gracias al fuego que devoró sus edificios públicos. Con el tiempo, el albergar a un represor, que encima cuenta con una radio propia, amigo de un intendente inoperante, con un consejo deliberante irrelevante, con medios de comunicación cerrados por amenazas, nos agregará sin dudas, muchas más celebridad…
Paso a detallar a continuación el suscinto informe que usted demandó; duele a mi persona tener que expresar que aquí no ha quedado casi nada en pie. Mas no desespere, le quiero aclarar que –aunque el daño es grave -. Bien pudiera ser que podamos salvar todo el trigo joven si actuamos con fe y celeridad. Parece ser que el temporal trajo también la calamidad de cierto tipo de langosta, que come en grande y a nuestra costa y de punta a punta del país se han deglutido todo el maíz. A los manzanos se los ve cayendo antes de florecer, se agusanaron los tomates, y a las verduras, por más que trate, ya no hay manera de hacerles bien… ya no sé qué hacer ni tengo con quién. La gente duda en empezar la tarea dura de cosechar, lo poco que queda se va a perder si, como le dije, no ponemos fe y celeridad. Y entre los males y los desmanes hay cierta gente que – ya se sabe -, saca provecho de la ocasión; comprando a uno lo que vale dos y haciendo abuso de autoridad se llevan hasta la integridad. Suscribo nombre y apellido y ruego a usted tome partido para intentar una solución, que bien podría ser la unión de los que aún estamos vivos para torcer nuestro destino… Saluda a Ud. un servidor. |
Víctor Heredia |
Inambú Carrasquero
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