Francisco «pancho» Liaudat, joven de nuestra ciudad que decidió entregar su vida a la fe, está viviendo un momento muy importante en su formación como presbítero.
“Estoy esperando con ansiedad este momento, cuando uno elige este camino, hay una etapa que es la admisión a las sagradas órdenes, que es cuando el obispo me recibe como candidato apto para seguir profundizando esta senda, es una manera de aprobar todo lo que voy creciendo”.
“Estudie tres años de filosofía y ahora estoy en el primer año de teología que seria de algún modo aproximarse a la vida comunitaria”.
“mi necesidad real como sacerdote diocesano es la de generar espacios de comunión entre los distintos grupos de la sociedad y ayudar en los casos que la gente lo necesite”
“El padre Mujica es para mí un modelo de sacerdote, quien entregó su vida al amor por los pobres, es un ejemplo, es un modo de comprender el evangelio y las realidades sociales que pasaron en el pais”.
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