La ciudad, que permanecía desierta mientras se disputaba el partido entre Argentina y Corea del Sur, se lleno de gente festejando el triunfo del equipo de Maradona.
Gorro, bandera y vincha, como diría algún vendedor ambulante, eran los iconos que fueron ganando el paisaje del centro de la ciudad junto al celeste y blanco.
De esta manera se festejo el segundo triunfo al hilo del seleccionado argentino en el Mundial de Sudáfrica 2010.
Asi se veia Baradero durante el partido:
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