Columna sobre Nutrición de Cristian Mazzuchelli
Los 6 meses, el momento justo para sumar otros alimentos
A los 6 meses: una comida al día, más el pecho a demanda.
Es muy importante recordar que la introducción de otros alimentos no debe demorarse más allá de los 6 meses, porque es cuando los niños necesitan más cantidad de alimentos y es cuando están listos para aprender a comer.
Las comidas deben ser espesas. Las preparaciones liquidas como sopas, caldos, jugos, no contienen suficientes elementos nutritivos porque tienen mayor cantidad de agua.
Continúe amamantando a su bebe. Es recomendable amamantar primero y después ofrecer los alimentos distintos a la leche.
¿Qué alimentos se pueden dar y como ofrecerlos?
Comience a darle una vez al día unas cucharaditas de papillas de cereales: arroz, fécula de maíz, harina de maíz, tapioca. Por ejemplo: arroz bien cocido y pisado con tenedor, polenta con zapallo, o puré de hortalizas (combinar papa sin brotes, batata, mandioca, zapallo y zanahoria, enriquecidos con leche materna o leche en polvo fortificada)
No hace falta agregar sal. Los alimentos ya contienen naturalmente, suficiente sal y no conviene que los niños se acostumbren desde pequeños a los sabores muy salados.
Agregar en cada comida una cucharadita de aceite o manteca
Una semana más adelante agréguele un pequeño trozo de carne sin grasa (de vaca o de pollo, de conejo, de cerdo), bien cocida (a la plancha, a la parrilla, o hervida) y bien desmenuzada (picada finamente o rallada). Una vez por semana se puede reemplazar la carne por hígado bien cocido y molido, o morcilla tamizada (solo la parte cremosa, sin piel ni partes duras)
A los purés se les puede agregar: salsa blanca, ricota o queso tipo cremoso.
Como postre, se pueden ofrecer purés de pulpa de frutas maduras (manzana, banana, peras, durazno), bien lavadas y peladas.
Como bebida, lo ideal es el agua mineral, o agua hervida y enfriada; también jugos de frutas naturales, colados y diluidos con un poco de agua. No es necesario ni conveniente agregarles azúcar. Los sabores naturales son siempre más saludables.
Algunos consejos:
Desde que comienza a comer, el niño o niña debe tener su propio plato; esto permite que la mama o la persona que lo cuida pueda observar la cantidad que come cada vez, de acuerdo a la edad.
La hora ideal para comenzar a darle los primeros alimentos es la que disponga la mama. El bebe comenzara a comer una vez al día, que puede ser el almuerzo o la cena. La madre debe tener tiempo, estar tranquila y bien predispuesta.
Es muy importante la mirada de la madre hacia su hijo, ya que a través de ella se comunica con él. También es importante hablarle, explicarle que va a comer.
Incorpore los alimentos de a uno por vez, para probar la tolerancia y la aceptación de los sabores, detectar posibles alergias. Es conveniente ofrecer el alimento durante varios días para que el niño o niña se habitúe a su sabor.
Insista una y otra vez, colocando el alimento en el centro de la lengua del niño, para evitar que este lo escupa, ya que las primeras veces que el niño recibe alimentos con cuchara, generalmente saca la lengua (como hace para chupar) y puede parecer que esta rechazando el alimento.
No se preocupe si no come lo que Ud. Espera; es un proceso de aprendizaje en el que cada niño tiene su ritmo, que debe ser respetado.
Utilice una cucharita pequeña de bordes lisos y suaves.
Evite agregar sal a los alimentos. No es necesario ni conveniente.
Utilice azúcar en pequeñas cantidades, solo en las preparaciones que lo requieren (por ejemplo, postres).
Cuide de lavar muy bien las verduras antes de cocinarlas.
Es muy importante no utilizar la comida como premio o castigo; el niño debe interpretar desde pequeño que el alimento es algo necesario para crecer sano y fuerte.
Poco a poco, el niño debe ir reconociendo el momento de la comida como una rutina necesaria y placentera, en la que debe participar activamente. Ofrézcale una cuchara, nómbrele los alimentos, háblele de sus características de color, temperatura, etc.
Acompañe sus comentarios con gestos y entonación agradables; anticípele que va a comer por medio de una canción o de un gesto; por ejemplo, mostrarle el babero, preparar la mesa, u otro semejante.
Cristian Mazzuchelli – Nutricionista
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