El 15 de marzo de 2004 Alejandra Pradón estaba en las pantallas de todos los canales de televisión a raíz de su caída de un balcón de un edificio ubicado en Belgrano. Luego, salió a la luz una intensa historia de amor, sexo y celos que, hasta el día de hoy, sigue dejando más dudas que certezas.
La vedette vivía en el séptimo piso de un edificio ubicado en la calle Mendoza 1925 con su novio, el entrerriano Fabrizio Lallana, un hombre que, según se supo más tarde, era muy celoso y violento. Según cuenta Pradón, tuvo una discusión con él en su departamento y luego despertó en el hospital. El hombre fue acusado de tentativa de homicidio y estuvo preso 55 días hasta que lo sobreseyeron. Sin embargo, las versiones paralelas comenzaron a circular rápidamente…
En el primer piso de esa construcción supuestamente se encontraban dos o más jugadores de River, que solían hacer fiestas. Casualidad o no, en una noche en la que Lallana no se encontraba allí, la vedette fue al departamento de los deportistas y se quedó toda la noche.
Todo transcurría con tranquilidad hasta que la pareja de la vedette llegó a su departamento, seis pisos arriba, y no encontró a su novia. Guiado por su instinto, bajó a donde se encontraban los jugadores y empezó a golpear la puerta. Desesperada, la vedette salió al balcón para llegar a otro, donde vivía un amigo de la pareja. Sin embargo, resbaló y cayó a la vereda.
Ella siempre desmintió esta versión. Desde el club, siempre encubrieron a los jugadores y, según indican diferentes versiones, hasta tuvieron contacto con la Policía para que reine el silencio.
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