Los médicos del hospital de Grenoble donde el ex piloto de la F1 se encuentra en coma inducido desde el 29 de diciembre pasado cuando sufrió una caída mientras esquiaba, comenzarían a despertarlo gradualmente
Pasaron ya 31 días desde el 29 diciembre de 2013 cuando pasadas las 11 de la mañana Michael Schumacher sufrió un accidente de esquí en los Alpes franceces por el que su vida estuvo en peligro en las primeras horas y que lo mantiene hasta hoy en estado de coma inducido cuadro del que, sin embargo, intentarán despertarlo en forma gradual a partir de los próximos días.
Los comunicados y la información en derredor del estado del alemán fueron desde el comienzo escuetos hasta volverse prácticamente confidenciales (la última información oficial fue el 17 de enero cuando Sabine Kehm, portavoz de la familia, dijo que se encontraba «estable») trascendió que Emmanuel Gay, jefe de neurocirugía del Hospital de Grenoble, Francia, comenzaría un proceso paulatino para despertarlo del coma al considerar que Schumacher «habría manifestado las primeras reacciones positivas de su cuadro».
El piloto más ganador de la historia de la Fórmula Uno fue sometido a dos operaciones desde el día del accidente con el objetivo de descomprimir la presión craneal producto de hematomas y edemas cerebrales, cuadro a partir del cual el equipo médico que lo asiste lo indujo al estado de coma para preservar su vida.
Un mes después, el estado de Schumacher permite a los profesionales comenzar los trabajos de reacción gradual para intentar cumplir los objetivos a los que se apunta en cuadros como este que consisten primero en tratar de que el paciente abra los ojos y luego la restauración del habla.
Si bien aún es apresurado determinar cómo será la recuperación de «Schumi», en la misma serán determinantes su condición física, su fuerza mental y cómo su cuerpo haya reaccionado al estrés que provocó en el funcionamiento general una lesión tan grave como la que padeció.
Infobae.com
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