Ariel Diwan generó un gran revuelo cuando contó que no era el padre biológico del hijo de Gisela Bernal. Este escándalo causó mucha polémica y ocupó un lugar destacado en los medios. Desde la AFSCA (Autoridad Federal de Servicios de la Comunicación Audiovisual) advirtieron que están analizando posibles sanciones a los canales por el tratamiento que le están dando al tema.
En una entrevista con La Once Diez, Alicia Ramos, directora de Investigación y Producción de la AFSCA, hizo un análisis sobre la cobertura mediática de este tema: «No perdemos la capacidad de asombro ante el mal tratamiento mediático que se hace en temáticas tan sensibles, en este caso, como es el nene en cuestión».
La directora especificó en el programa Por si las moscas de Moskita Muerta que no se están respetando los «derechos contemplados por la Ley 26.061 de Protección Integral de los derechos de Niños, Niñas y Adolescentes». Puntualmente enumeró: «Los principales derechos que se están vulnerando son el derecho a la vida privada, unidad familiar del niño, el derecho a la dignidad y la integridad, el derecho al interés superior del niño, el derecho a la identidad y el derecho a la dignidad».
«Es frustrante ver casi en cadena nacional de un maltratamiento de ese tipo. Hablo de maltratamiento porque vulnera todos esos derechos», manifestó. Luego aclaró que la dirección de Fiscalización y Evaluación es la está trabajando intensamente para ver si le corresponde alguna penalidad a las emisoras. Además, manifestó que «los que tiene que atenerse a la ley son las personas involucradas en el campo de la comunicación» y que «la sanción es siempre contra los licenciatarios (es decir los canales)».
Ramos destacó la importancia que tienen los comunicadores en el tratamiento de determinados temas que afectan la integridad de un menor: «El que está haciendo la nota no le puede llevar la corriente (a Diwan) y dejar que se haga de este tema un circo mediático no tomando en cuenta a un niño que es sujeto pleno de derecho y tomándolo como objeto. Si el interlocutor lo interpela y le dice que no corresponde, es un tratamiento responsable, pero no está pasando esto en líneas generales. Es terrible, es un tratamiento patético de temas que son esenciales a la dignidad e integridad del niño».
Por último, reflexionó: «Hoy miraba en un programa que la mamá del nene estaba desbordada, nerviosa. El registro en el chico queda y por supuesto interfiere en su desarrollo. Por eso hacemos eje en el rol social de los comunicadores cuando dan este tipo de mensaje».
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