En nota aparecida días atrás se advertía sobre la polvareda que se originaba con el paso de los rodados por el cruce ferroviario a nivel de calle San Martín; al mismo tiempo que se reclamaba riego para que la tierra no volara como lo estaba haciendo. Bien se dice que la necesidad es la madre de todos los descubrimientos; así ocurrió que el Sr. Nasif, quien tiene un puesto de comidas al paso a metros del paso a nivel, resultó el principal perjudicado por el polvaderal ya que ni una sola persona se acercó a ocupar mesa en su negocio ya que la tierra lo invadía todo. Nasif se procuró un tanque portátil, lo llenó de agua y en persona, con la ayuda de un joven, se baldearon el paso a nivel entero para que la tierra quedara aplacada y, así, su negocio pudiera funcionar.
El Diario de Baradero
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