En el año 1965 se corrió en el circuito costanero de San Pedro la primera carrera de «Cafeteras», algo desconocido en la zona, yo fui a averiguar cómo era eso y el organizador me explicó que eran autos antiguos originales que corrían divididos en dos categorías de todas las marcas; cuatro cilindos hasta el año 1927 y seis cilindros hasta 1930odge de cuatro cilindros a don Venancio Lucero, pero me dijo: «No lo vendo, pero te lo presto, aunque hace muchos años que está parado».
Contento lo traje a mi taller, lo puse en marcha; andaba muy bien, pero era un auto muy lerdo, apenas llegaba a los 50 Km/h.
Vino «Toti» Chiarella a verme para acompañarme, se ofreció a pagar los gastos pero «Toti» había perdido su pierna y la largada era del tipo «Le-Mans»; los autos formados en fila, los pilotos frente a ellos y cuando se bajaba la bandera había que salir corriendo llevando la manija en la mano, le dábamos «cuerda» y empezábamos la carrera. Como «Toti» no podía correr yo hice de acompañante y le daba manija.
Salimos bien, ¡pero era una tortuga! Los otros nos psaban, íbamos perdiendo vueltas pero todas las fotos y aplusos eran para nosotros por mi ocurrencia de ir vestidos ala antigua, con galera y bastón.
Todos nos alentaron, la revista «Coche a la vista» nos dedicó una página con fotos y anécdotas y en la cual se leía: «No sólo el auto tiene sus años, sino la vestimenta de los pilotos, pero también tuvieron problemas, cayeron a una zanja pero el público los sacó y continuaron hasta completar cinco vueltas, pero los punteros dieron diez».
Nos dieron varios premios, nos agasajaron, mucho público participó de la fiesta y casi todos querían sacarse una foto junto a nosotros. Un viejo recuerdo que perdura en mi memoria…
– Continuará.
El Diario de Baradero
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