Estos dos cachorritos fueron encontrados en la veterinaria, de casualidad, cuando un chico intentaba
abandonarlos, aduciendo que los había encontrado y los perritos lo siguieron, como en la casa no los querían y la veterinaria no es lugar para abandonar animales, simplemente los dejó donde los había encontrado.
A la noche, fueron encontrados por una persona con un corazón inmenso, que no dudo en hacerles lugar en su casa a los dos, debido que alejar a uno del otro implicaba que el que era «alejado» gritara implorando por su hermanito. Tuvieron la suerte de ser adoptados, de tener nombre y no ser ignorados.
Pero detrás de estos cachorritos que tuvieron muchísima suerte de cruzarse con Rosana y Marisa, hay mucha ignorancia e indiferencia. Estos cachorritos son el resultado de, por ejemplo, cuando vamos a censar por los barrios, nos dicen:
– Mi marido no me deja castrar a la perra.
– Mi hijo de 3 años no quiere que la castre (sic!)
– Quiero tener un hijo de mi perra, no importa si tiene 10, ni que hago con el resto.
– La voy a hacer tener una cría porque quiero.
De todas estas frases que nos dicen, falta sentido común, sentido de la responsabilidad, respeto por el animal que se tiene pero sobra egoísmo y negación para entender el grave problema que significa la cantidad de animales abandonados en la vía pública, total, la gente que toma estas «decisiones» no sufre nada, los que realmente sufren, son los cachorros, que en un 90% no terminan como Hugo y Nahuel.
Gracias MARISA MEDONE y ROSANA OLIVERI por el ejemplo de solidaridad y empatía con estas dos almitas abandonadas a la deriva.
Castraciones gratuitas a los teléfonos: 03329-15607943/15609000
Actitud Animal
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