“Queremos anticipar que la cuarta central nuclear, con uno o dos reactores, se emplazará al lado de la Central Nuclear de Atucha I y II, en Lima, anunció el titular Nucleoeléctrica Argentina S.A. José Luis Antúnez, durante la apertura del Seminario y Exposición Industrial realizado en el Hotel Sofitel de Campana
“En este caso –dijo-, la construcción de esta central, desde cero, tendrá una participación industrial más pareja que Atucha II”, precisó Antúnez.
Antúnez estuvo presente en la apertura del Seminario y Exposición Industrial en Sofitel, una materia que tenía pendiente dada su incesante labor al frente de la obra de Atucha II, culminada y próxima a ponerse en en marcha.
“Para Nucleoeléctrica es un gusto sumarse a este seminario. Recuperando los tres ejes fundamentales en los que se centra este seminario, Nucleoeléctrica Argentina ha hecho mucho en cuanto a la producción industrial, la Responsabilidad Social Empresaria y la Educación.
Somos una empresa inserta en la región desde el 1968, año en que se comenzaron con las obras para la construcción de Atucha I. A partir del año 2006 nos pusimos a la cabeza del Plan Nuclear, sin precedentes, lanzado por el gobierno nacional que nos ha transformado en una empresa esencial para el futuro energético nacional.
Operamos con excelencia en todos estos años las centrales nucleares de Embalse y Atucha I, pudimos construir Atucha II luego de tantos años de estar parada y nos estamos abocando a la extensión de vida de la central de Embalse, tarea que venimos desarrollando desde hace un año y medio a esta parte, y Atucha I que nos llevará diez años en el marco de un proceso continuo; para extender su vida a otros 25 años más”, explicó Antúnez.
“La obra particular de Atucha II ha impactado en la región muy fuertemente; independiente del resto del país. Fue un impacto laboral gigantesco en la región y su zona de influencia. Hablamos de una obra que conllevó más de 43 millones de horas/ hombre de trabajo y un total de 7 mil personas en el pico del proyecto.
Quiero destacar que el 65 % de estas 33 millones de horas/ hombre empleadas, fueron ejercidas por hombres y mujeres de esta región; desde empleados, técnicos, profesionales, obreros, operarios y administrativos. Por lo tanto, toda esta riqueza quedó acá. De hecho le quedó a la región mil soldadores calificados de calidad nuclear.
Estos soldadores hoy están todos empleados y ganando sueldos que ni ellos mismos se imaginaban, dicho por ellos mismos quienes reconocieron que hace diez años estaban recolectando arándanos, antes de que los formáramos como soldadores. Hoy están trabajando desde Comodoro Rivadavia a Tartagal en diferentes obras”, agregó.
De la misma manera, informó que más de treinta empresas de construcción y montaje fueron calificadas para trabajar en la obra y se labraron 2.800 órdenes de compra y contratos.
“Otro de los pilares de la empresa es la Responsabilidad Social Empresaria, algo que ejercemos desde el principio y entidades y vecinos de Lima y Embalse, en Río Tercero, pueden dar cuenta de ello.
Y el último eje que nos guía es la educación; algo que ejercemos desde hace ya muchos años. Hemos montado el Instituto Superior Melillo de Lima, en donde se dicta un curso terciario de Tecnicatura de Reactores Nucleares y llevamos a cabo un programa de becas para todos los habitantes de la zona de influencia de ambas centrales.
Se trata de becas para los hijos de nuestros empleados que quieran seguir carreras técnicas. Todo esto hemos hecho y seguiremos trabajando en estos tres ejes”, concluyó José Luis Antúnez.
El desafio de la puesta en marcha de Atucha II
Precisamente Antúnez, brindó meses atrás una nota periodística para el portal “U238”, dedicada a la energía nuclear. Allí, Antúnez habla de la puesta en marcha de la nueva central y los desafíos que implica.
“La puesta en marcha de Atucha II presenta varios desafíos particulares. Algunos son consecuencia de que esta línea de reactores no tuvo éxito comercial en el mundo. Sólo hay dos: Atucha I y Atucha II. En ningún otro país del mundo hay un reactor de este tipo en funcionamiento comercial.
Hubo un prototipo en Alemania, que fue el que dio lugar a Atucha I, pero desmantelado hace ya muchos años. Entonces, el mayor desafío es poner en marcha una máquina, con todas las particularidades de Atucha II, cuyo diseñador original desapareció y no hay colegas que estén operando máquinas similares a quienes consultar.
Del grupo que participó de la primera etapa de Atucha II y de la puesta en marcha de Atucha I, son muy pocos, por razones naturales, los que están hoy acá. Por lo tanto, estamos orillando caminos desconocidos. Nuestros desafíos ahora son solucionar cada uno de los inconvenientes que van apareciendo a medida que los vamos encontrando, rehaciendo aquello que vemos que es necesario rediseñar o cambiar, y trabajar en el proceso de puesta en marcha”. (InfoGEI)
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