La cámara de Infama encontró a Karina Jelinek, protagonista de la polémica del día luego de que su marido, Leonardo Fariña, revelara en Periodismo Para Todos la supuesta operatoria ideada por él para que Lázaro Báez, empresario vinculado al kirchnerismo, enviara dinero al exterior.
“Me siento mal, no tengo ganas de hablar”, dijo la morocha en el programa de Santiago del Moro. “No sé qué decirte, estoy confundida, me siento mal”, agregó, desde su Smart.
“Siento dolor, mucho dolor”, dijo, al borde del llanto, y no quiso seguir explayándose sobre la relación con su marido.
Comentarios de Facebook