Pablo Damián Grottini está sospechado de ser el primer asesino en serie de la historia criminal argentina reciente. Habría matado a su hermano, su hija y su madre con la misma mecánica: envenenándolos

La fiscal María Belén Baños, a cargo de la investigación contra Pablo Damián Grottini, sospechado de ser el primer asesino serial de la historia criminal reciente argentina, pidió hoy la prisión preventiva del imputado. Grottini está acusado de matar a su hermano Germán (32) en 2019, a su hija adoptiva Ailén (10) en 2021 y a su madre Teresita Di Martino (61) unos días antes de su arresto. Lo habría hecho con una misma mecánica: envenenándoles el suero en el hospital donde habían sido internados tras sentir un fuerte malestar.

La fiscal Baños consideró claves las declaraciones de testigos y el análisis de la computadora del imputado, donde se detectó que buscó en Google “qué pasa si inyecto aire en las venas” o “cuánto después de introducir aire se produce el infarto”, entre otras cuestiones.

Ahora, el juez de Garantías de San Nicolás, Román Parodi, deberá resolver la próxima semana la situación procesal del imputado.

Según confirmaron a Infobae, el hombre está acusado de los delitos de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía en perjuicio de su madre y de su hija, mientras que por el fallecimiento de su hermano Gabriel (32) lo hizo con la calificación legal de homicidio agravado por alevosía.

Además, la fiscal Baños le sumó el delito de “daño” debido a que un testigo declaró que dos días después de la muerte del hermano, en 2019, vio a Grottini inyectarle una sustancia a una perra dentro de su casa. Y luego le dijo: “Esta no aúlla más”.

Por otro lado, en dos semanas el imputado comenzará a ser sometido a un examen psiquiátrico que será dividido en varias entrevistas. El martes último, Grottini pidió ampliar su declaración indagatoria ante la fiscal Baños, pero se negó a responder preguntas.

Durante esa declaración, el acusado desmintió los testimonios de algunos enfermeros de los hospitales en los que estaban internados sus familiares y justificó el historial de sus búsquedas en Internet. Consultaba por información sobre “qué pasa si inyecto aire en las venas” y de “cuánto después de introducir aire se produce el infarto”, diciendo que las realizó con intención de suicidarse.

La investigación se inició luego de la muerte de Teresita Di Martino en el Hospital San Felipe de San Nicolás. Ella había sido llevada por Grottini tras sentir un mareo. Mientras estaba internada, el acusado alertó al personal médico que la sonda de suero “perdía”. Una enfermera de turno constató que estaba pinchado, atravesado de lado a lado, y observó que el hombre tenía sus prendas de vestir mojadas. Una hora y media después, Grottini volvió a llamar a los enfermeros: su madre ya había fallecido.

Luego, otra enfermera halló una ampolla de Diazepam junto al cuerpo de la mujer. Se trata de un poderoso psicofármaco que no había sido prescripto para ningún paciente ese día. La sonda de suero, además, tenía signos de haber sido manipulada.

Mientras se investigaba este episodio, surgió en base a testimonios de conocidos y vecinos que un hermano de Grottini, de nombre Germán, que tenía 32 años y era deportista y guardavidas, había fallecido en circunstancias similares, al igual que su hija Ailén, de 10 años, quien padecía un retraso madurativo.

Ante esa situación, la fiscal ordenó investigar e imputarle las tres muertes y ordenó exhumar el pasado 3 de mayo el cuerpo de la niña para una autopsia, la cual todavía no arrojó resultados.

El acusado dio su versión de los hechos. Explicó que la supuesta crisis de salud de su madre comenzó el viernes por la noche cuando estaban “en la mesa de su casa”. Afirmó que Teresita estaba “con dolor de pecho, muy nerviosa y muy angustiada”. Así, contó que la llevó al hospital y que a su madre “le hacen unos chequeos, le colocan una vía y le van a hacer una tomografía”.

Finalmente, culpó a una enfermera: “Hay un problema en el suero y viene una enfermera de pantalón a cuadritos que le dice que se había tapado, entonces esta enfermera retuerce la manguera del suero y le inyecta algo porque aún no se había destapado, que seguidamente dice esta enfermera ‘ahí se destapó’”. Por su parte, Grottini nunca mencionó qué hacía en ese lugar el fármaco que no era del hospital.

Sobre Aylén, aseguró que fue víctima de una mala praxis. De su hermano Germán no habló: su cuerpo fue cremado cuando murió.

La fiscal Baños, por su parte, ya recibió el resultado de los estudios complementarios realizados a los cadáveres de la madre y la hija del acusado y aguarda para los próximos días las conclusiones finales de la autopsia.

Infobae

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