
Se entiende que resulte cada día más dificultoso solucionar el ya grave problema que tiene Baradero en cuanto a los numerosos baches que se observan -y los ciudadanos padecen- en el pavimento ciudadano. El Diario, ante este panorama y consciente de que existen problemas para solucionar que son infinitamente más graves como el estado de indigencia de numerosas familias locales, pero sabiendo también que «lo cortés no quita lo valiente», irá mostrando aquellos pozos que por sus características particulares representen un peligro para la circulación y cuando se dice peligro no se alude únicamente a lo que puede suceder con el vehículo que cayendo en él sufra alguna rotura, sino además lo que significa un pozo cuando, por intentar esquivarlo, el conductor de un vehículo, por instinto, por reacción natural, hace una maniobra impensada que puede resultar en un accidente de consecuencias imprevisibles y hasta lamentables.
Los que se muestran en las dos fotos son los que están en el cruce de las calles José Hernández y Libertad y, con diferencia de una cuadra, en Libertad y Joaquín Víctor González.
Los dos baches son de dimensiones preocupantes, el segundo de los nombrados es el más peligroso y no porque sea «leve» sino porque al otro, tal como se aprecia en la imagen, algún vecino preocupado se ocupó de cubrirlo con un trozo de chapa y un armazón de madera que, en cierta manera atenúan la gravedad del posible impacto de las ruedas que pudieran calzar en él.
Para finalizar se agrega que los dos pozos no son nuevos y que, como siempre, han cobrado las dimensiones que hoy presentan debido a la falta de mantenimiento generalizada de nuestras calles.
El Diario de Baradero

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