A la vista quedó que los arquitectos del edificio no pensaron en la privacidad. Sobre todo la de los lugares más íntimos.
El piso 18 del exclusivo Standard Hotel de Nueva York no es tan exclusivo como lo anuncian. A la vista quedó que los arquitectos del edificio no pensaron demasiado en la privacidad. Sobre todo la de los lugares más íntimos.
En dicho piso se ubica el Boom Boom Room, uno de los bares del hotel cuyo baño está envuelto en ventanales de tres metros de altura por los cuales se puede divisar a la gente cuando hace sus necesidades.
El descubrimiento alarmó a los visitantes del Standard porque, según publicó el New York Daily News, ya no saben si “su trasero aparecerá en algún diario”.
«El punto de vista exterior es emocionante, pero la vista interior es aterradora”, dijo David Langdon, de 55 años, uno de los residentes del hotel que llegó a Manhattan desde Melbourne, Australia, y quedó bastante decepcionado.
«Vi a la gente saludándome sentada en el trono real”, chistó el hombre.
La teoría del por qué ocurre esto es que, al parecer, desde el interior las ventanas son espejadas y los usuario no se percatan del papelón que están viviendo mientras hacen sus necesidades.
La mejor vista de la escatológica postal la tienen los turistas que visitan el parque High Line, un espacio público elevado por encima de las calles el Meatpacking District.
Entre los usuarios del bar se sabe que estuvieron celebridades como Leonardo DiCaprio y Cameron Díaz. ¿Habrá fotos de ellos?
24con.com
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