Napalpí es una herida que aún sangra en el recuerdo y los corazones del pueblo indígena, el sufrido pueblo Qom, desde aquel aciago 19 de julio de 1924 en la provincia de Chaco. Una masacre que nunca fue investigada a pesar de las numerosas denuncias, ni tampoco juzgada, en donde fueron asesinados y mutilados cientos de hermanos, muchos de ellos mujeres, ancianos y niños…
El día sábado 23 de julio, a media tarde (16.00 hs.) la Casa del Hermano Toba (Lma Iacia Qom) Asociación Civil Indígena, en el Centro de Interpretación Indígena “El Antigal”, sito en Río Tala (Pdo. de San Pedro); se recordará a los fallecidos y elevarán un nuevo pedido de justicia y descanso para ellos, y al caer el sol se hará una ceremonia que se realizará a orillas del Río Paraná.
Estarán presentes hermanos de diferentes puntos del país, autoridades indígenas, autoridades locales, provinciales y nacionales.
“Con los cuatro elementos como testigos haremos oír nuestra voz, una vez más”.
Invita: Comisión Directiva – Lma Iacia Qom (La Casa del Hermano Toba)
Asociación Civil Indígena Sin Fines de Lucro – San Pedro, Buenos Aires, Argentina.
LA MASACRE DE NAPALPÍ, CHACO
Corría el año 1924 y los aborígenes chaqueños «Ya estaban hartos»(mucho mas que Bielsa de Noriega) de la explotación a que los sometían los colonos blancos. Les habían quitado sus tierras, los sumían en la esclavitud trabajando en sus algodonales, padecían hambre y miseria como no tenían memoria. Es por eso que los aborígenes Tobas y algunos blancos peones de las estancias comienzan un movimiento de resistencia y huelga. Cualquier indio que era detenido por la Guardia Nacional debía tener «la papeleta», que era un documento que le otorgaba el patrón de estancia para certificar que estaba sometido a la explotación y tenia dueño. Ni podían tomar ni recoger agua de los ríos o represas, si no tenían «papeleta».
El gobierno nacional radical , presidido por Alvear (recordemos que en 1921, otro radical, el peludo Irigoyen había masacrado a los trabajadores de la lana en la Patagonia y en 1919 había masacrado a los trabajadores de la fábrica Vasena en La Semana Trágica), decide reprimir y para ello manda a la Guardia Nacional, especie de Gendarmería de aquellos años.
La resistencia pacífica de indios y blancos los lleva a reunirse en la Colonia El Aguará del departamento de Napalpí en el Territorio Nacional del Chaco, como se llamaba en aquella época a la actual provincia del Chaco.
Un avión de reconocimiento los detecta temprano en la mañana rezando a sus deidades y marca el lugar a las tropas de la guardia nacional y colonos blancos que colaboraban con ellos para la masacre.
Reunida la tribu y los trabajadores peones blancos correntinos la mayota de ellos, en un claro, son rociados con combustible desde el avión y prendidos fuego. Mientras comenzaba el tiroteo criminal desde el monte cercano, de 130 tiradores de la represión. Se detuvieron cuando estuvieron seguros que nadie quedaba vivo en el campamento o por lo menos estaba gravemente herido. Así masacraron a mujeres ancianas, niñas y a los trabajadores que quisieron defenderse. Los que quedaron heridos, fueron pasados a degüello sin ninguna piedad. Nunca se supo con seguridad pero se habla de entre 700 y 800 asesinados ese día.
La historia de lucha de nuestro pueblo es un mar de sangre. Todos los gobiernos, no importando su origen político o ideológico reprimió salvajemente cualquier forma de resistencia a la explotación. El radicalismo, se caracteriza por los grandes asesinatos masivos, como los nombrados mas arriba o los de Santa Fe en el final del gobierno de Alfonsín, cuando mataron niños que saqueaban por hambre un supermercado, o De La Rua, en el terrible 20 de diciembre del 2001, el peronismo se ensaño con los compañeros en Ezeiza y luego en la matanza hecha por las Tres A desde el mismo gobierno. Aun hoy siguen otros radicales, pidiendo su cuota de sangre, como Lilita Carrió, y López Murphy, quienes quieren más represión para los piqueteros. Que enseñanzas nos dejan estos episodios históricos. En la semana trágica fueron asesinados los trabajadores corridos por la Liga patriótica de fascistas burgueses que salían a cazar obreros por las calles y por la policía. En la Patagonia, fueron asesinados luego de haber entregado sus armas, creyendo que el ejercito que había asegurado respetar sus vidas, mas de1000 trabajadores de la lana. En Napalpí, son asesinados por hacer una huelga rural, y no prestarse a la brutal explotación, sin estar armados ni haber hecho provocaciones. El ultimo compa muerto el Oso Cisneros, es uno mas de la larguísima lista de trabajadores asesinados por la burguesía en el poder. Sin embargo no se cansan de decir que SOMOS LOS VIOLENTOS, pero los muertos los ponemos nosotros y ellos disparan las balas.
NO CONFIAR EN EL ENEMIGO NI UN TANTICO ASI, decía el Comandante Che Guevara.
Fuente: http://argentina.indymedia.org
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