El partido será narrado en un tono relajado, en especial para quienes sufren afecciones cardíacas. La palabra del relator Eduardo Caimi.
Intenso. Así se vivió el primer choque en La Bombonera (Foto: Reuters/Marcos Brindicci).
Desde que fue anunciada, la final de la Copa Libertadores entre River y Boca viene causando estragos en la salud de los hinchas de ambos clubes, que durante el partido de ida, se vieron afectados por los ataques de pánico y la sensación de angustia.
Especialmente para quienes sufren de afecciones cardíacas, y para los hinchas más pasionales, en la primera final se realizó una transmisión «relajada», para calmar los nervios.
El partido fue relatado de esta peculiar manera por Eduardo Caimipara AM550 Radio Colonia, y contó con los comentarios de Leonardo Uranga, y el cardiólogo Gonzalo Díaz Babio, quien proporcionó recomendaciones para cuidar la salud y evitar el estrés.
Para el partido de vuelta, que se disputará este sábado en el Monumental, a partir de las 17, la radio uruguaya volverá a presentar al mismo trío para realizar la transmisión, que comenzará alrededor de las 16.30. Esta idea es impulsada por la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) y una marca de agua mineral baja en sodio (Glaciar).
«Las idea es hacer una transmisión desde el cuidado de la salud, apta para cardíacos y siguiendo el desarrollo del juego con ingredientes futboleros, analizando los acontecimientos, pero con un tono más sereno y calmo» le comentó Caimi a Clarín.
Por otro lado, el relator aseguró que «es toda una aventura, porque uno está acostumbrado a un relato apasionado. Es un desafío profesional, una experiencia absolutamente novedosa, original y extraña. Son muchas sensaciones que se conjugan».
Además, agregó que durante la transmisión pasada hubo «hasta momentos risueños y divertidos, porque se me salía la cadena, quería elevar el tono y hasta el propio médico me decía: ‘Le recomendamos al relator que se serene'».
Caimi aseguró «esta vez será más difícil porque se define todo» y que en caso de que el encuentro deba ir a penales, «va a haber que manejarlo con mucha calma y serenidad, marcando que esto es un partido de fútbol, que no se le va la vida a nadie».
En tanto, el mensaje que se pretenderá dar es que «al otro día vamos a levantarnos y a seguir con nuestra vida. Por supuesto que el derrotado va a estar atravesado por el dolor y la impotencia. Pero tenemos que subrayar que esto sigue y que ni Boca ni River van a perder un gramo de su grandeza«.
Clarín
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