
La llegada de la pandemia por el virus Covid19 expuso a toda la sociedad a algo que no sabíamos cómo manejar.
A todos los representantes de los distintos sectores de la comunidad les tocó manejar en medio de una tormenta sin ninguna experiencia.
Política, salud educación, seguridad, economía y obviamente el periodismo.
Quienes ejercemos la profesión tuvimos que manejarnos con los preceptos informativos y el sentido común, improvisando de qué manera comunicar para no confundir y discernir la verdad de las noticias falsas.
Otro desafío fue no ser parte de la estigmatización, generada por el miedo de la sociedad, de los casos positivos y también de los fallecidos que el virus iba dejando a su paso y a pocos días de haberse cumplido un año del primer deceso en nuestra ciudad, creemos que es un buen momento para hacer una reflexión sobre este tema.
En este sentido, nuestro medio, tiene como premisa el derecho a la protección de datos filiatorios, intimidad e imagen de cada ciudadano.
A pesar de vivir en un mundo virtual donde todo se expone en las redes sociales, la imagen de las personas y sus datos no pueden ser expuestos públicamente salvo expresa autorización de los mismos.
En argentina, por ejemplo, existe un caso que sentó jurisprudencia en el ámbito del derecho penal, conocido como caso Balbín, donde la familia del líder radical le ganó una contienda judicial a la editorial Atlantida por difundir en la revista Gente las imágenes del malogrado político cuando transitaba sus ultimas horas de vida en terapia intensiva.
«La sentencia de la sala F de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil confirmó la dictada en primera instancia, que hizo lugar a la demanda que perseguía la reparación de los daños y perjuicios ocasionados por la violación del derecho a la intimidad del doctor Ricardo Balbín, sobre la base de lo dispuesto por el art. 1071 bis del Código Civil (“el que arbitrariamente se entrometiere en la vida ajena, publicando retratos, difundiendo correspondencia, mortificando a otros en sus costumbres o sentimientos, o perturbando de cualquier modo su intimidad, y el hecho no fuere un delito penal, será obligado a cesar en tales actividades, si antes no hubieren cesado, y a pagar una indemnización que fijará equitativamente el juez, de acuerdo con las circunstancias; además, podrá éste, a pedido del agraviado, ordenar la publicación de la sentencia en un diario o periódico del lugar, si esta medida fuese procedente para una adecuada reparación”).
Más allá de esto, siempre sostuvimos que incluir los datos de las personas contagiadas o fallecidas por Covid19 no suma absolutamente nada a la información, como así también, lo hacemos para los casos de accidentes fatales o personas que tristemente deciden quitarse la vida.
Creemos profundamente en el derecho de cada persona o familia a revelar o no la identidad de sus fallecidos y en no colaborar, como suele suceder, en el morbo que provocan este tipo de noticias.
Como medio de comunicación sostenemos fervientemente que debemos colaborar a la paz social y a que nuestros lectores puedan diferir miedo de responsabilidad, sin «infectarlos» del bombardeo de noticias negativas que solo contribuyen a generar caos y alarma.
En la mañana de hoy, la secretaría de salud de la vecina ciudad de San Pedro, que a diferencia de lo que ocurre en nuestra ciudad siempre dió a conocer la identidad de los fallecidos por Covid, hizo público un comunicado donde expresa textualmente la decisión de dar marcha atrás con esta modalidad:
«La Secretaría de Salud comunica que a partir de la fecha dejarán de incluirse los datos filiatorios de las personas fallecidas, por o con Covid-19, ante los decesos que se vienen notificando de manera individual y en los informes diarios que se envían a los medios y se publican en las redes sociales oficiales.
Ante la complejidad de las situaciones que se han ido sucediendo desde el inicio de la Pandemia, y el análisis del impacto que tienen estas comunicaciones en las familias, que en algunos casos han reclamado con total coherencia el derecho a preservar su intimidad, se ha acordado con la Región Sanitaria IV, reportar estas novedades, incluyendo los mismos datos que se ofrecen sobre los casos positivos confirmados, dentro del circuito de análisis y/o testeos del sistema público.»
Otra demostración que este medio se manejó por el camino mas adecuado en la manera de comunicar durante la pandemia.
Finalmente deseamos hacer llegar a las familias de los 110 fallecidos nuestro más sincero pésame ante estas irreparables perdidas, rogando a toda la sociedad baraderense no claudicar en los cuidados para evitar más contagios.
Lamentablemente esta triste etapa de nuestra vida como comunidad todavía no terminó.
Desde aquí seguiremos cumpliendo fielmente la premisa de informar con responsabilidad y compromiso trabajando siempre para sumar acciones que sean de ayuda para la comunidad toda.
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