El Río Paraná continúa aumentando su caudal de agua a raíz de las fuertes lluvias que cayeron en el norte del país y en el sur de Brasil, situación que obligó a varios distritos del noreste bonaerense a evacuar a familias de las zonas ribereñas, mientras los pronósticos indican que ese curso de agua podría seguir creciendo en los próximos días.
En efecto, en San Nicolás (el primer puerto de la Provincia en el recorrido del Paraná), el agua había alcanzado ayer los 4,80 metros y seguía creciendo _el estado de evacuación rige a partir de los cinco metros_, y la Prefectura informó que en los próximos días el agua podría crecer diez centímetros más.
En este sentido, el intendente de San Nicolás, Marcelo Carigiani, manifestó a este diario su preocupación por la crecida del río: «Por suerte no tenemos mucha gente afincada en la costa ribereña, en total serán unas 30 familias, pero el agua está muy arriba».
Y el jefe comunal de San Nicolás señaló que hasta el momento hay tres familias evacuadas, que se suman a los autoevacuados que viven en las islas. «El Ejército nos suele prestar sus instalaciones», afirmó Carigiani.
«En Rosario el caudal de agua sigue creciendo. Calculamos que ese agua muy pronto va a llegar a San Nicolás», lamentó Carigiani. Pero descartó que el agua pueda llegar al casco urbano.
En Ramallo, una de las zonas donde desde hace varias semanas comenzaron los casos de autoevacuados, el agua ya trepó a los 4,55 metros.
En tanto, en San Pedro, el río creció en la madrugada de ayer ocho centímetros, llegando a 3,88, superando así el límite de 3,80 en el cual comienza el alerta para las evacuaciones de las zonas más bajas de la ciudad.
Una situación similar se vive en Baradero, donde el agua alcanzó un nivel de 3,35 metros, y sigue creciendo, con gran cantidad de familias que debieron abandonar sus hogares.
«La creciente viene lenta, es rarísimo, y el Río de La Plata no colabora porque también tiene una creciente extraordinaria», dijo un especialista consultado.
Notibonaerense.com
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