El futbol infantil es una posibilidad maravillosa de «jugar» que el esfuerzo de dirigentes y papás le dan a los niños.
Quienes tenemos hijos adultos y pasamos muchos sábados de viajes, mate, cancha y espera, sabemos del valor que tienen esos años en el crecimiento de nuestros peques.
A esa edad no les importa si juegan bien o mal, si ganan o pierden, importa el encuentro con sus primeros amigos, el abrazo de gol, la alegría, el partido de bolita u otros juegos que inventan mientras esperan que llegue el turno de la categoría. Ellos se divierten, ríen, corren y son felices sea cual sea el resultado.
Papis quédense tranquilos que a esa edad todos son Messi, aunque no sepan pegarle a la pelota. Porque en definitiva a ellos el tanteador del partido es lo que menos les importa, los pibes quieren jugar toda la tarde y dentro de ese juego también está el partido que les toca a su club.
Esta semana, ocurrió un hecho violento en una jornada de futbol infantil, el lugar y los protagonistas no tienen importancia, lo que si debemos decir es que como siempre los que pelearon son adultos.
Mientras esto pasaba en una cancha, en otra el ejemplo vino de abajo, de los verdaderos protagonistas, los chicos.
Una mamá como tantas, rescató un instante intimo de los nenes que habla por sí solo.
Gestos como estos que ante la violencia de los adultos son noticia, entre los niños pasan a cada rato.
Papás disfruten de esta etapa de sus hijos y déjenlos jugar, alienten, apoyen, abracen y sean felices, para ellos eso vale más que un gol.
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