Poner la cama con los pies hacia la puerta
MALA SUERTE: Viene del dicho popular: «los muertos salen siempre de la casa con los pies por delante».
Martes y 13
MALA SUERTE: La maldición del número trece tiene su origen en la última cena de Jesucristo con los doce apóstoles, en la que fue delatado. Se cree que si se sientan a comer trece personas en una misma mesa, una de ellas morirá antes de un año.
El día de la semana varia: en España, México y Grecia se teme al martes y trece; y en los países anglosajones al viernes y trece, porque en viernes fue crucificado Jesús.
Ir de luna de miel
BUENA SUERTE: El viaje postnupcial proviene de la huida que en tiempos de Atila, rey de los hunos, seguía al rapto y matrimonio de la hija, y se llama así por la costumbre de que los novios bebieran un brebaje durante el viaje que contenía vino y miel.
Taparse la boca al bostezar
BUENA SUERTE: Proviene de la costumbre de hacer la señal de la cruz sobre la boca abierta, para evitar que se metiera el demonio, debido al dicho popular: «por puerta abierta, el diablo se cuela». También se pensaba que en una de esas exhalaciones se podía escapar el alma.»
Cruzar los dedos
BUENA SUERTE: Antes de la era cristiana, existía la costumbre que dos personas enlazaran sus dedos índices formando una cruz para expresar un deseo; una apoyaba a la otra mentalmente para que éste se cumpliera. La cruz, en la era pre cristiana, siempre ha sido el símbolo de la perfección y en su unión residían los espíritus benéficos. La costumbre se ha ido simplificando hasta nuestros días, donde se da por valido con cruzar dos dedos de una mano.
Poner la escoba al revés detrás de la puerta
BUENA SUERTE: En realidad, en relación a esta superstición, no podemos hablar realmente de buena o mala suerte. A las brujas siempre se las ha descripto subidas en una escoba para acudir a los aquelarres; de ahí que antiguamente se creyera que colocando una escoba a las puertas de una casa donde se sospechaba que había entrado una, ésta no resistiría la tentación de cogerla y salir volando. Así, si llega una visita molesta, hay que colocar una escoba invertida detrás de una puerta y el inoportuno abandonará tu casa.
CAÁ PORÁ
Adolfo Colombres en su libro “Seres Sobrenaturales de la Cultura Popular Argentina”, nos dice que el Caá Porá es un fantasmón del monte de la región guaraní. Es un gigantesco hombre, peludo y que fuma una extraña pipa hecha de un cráneo y una tibia de humanos.
Se dice que captura a las personas y las devora chupándolas. Se lo ha descripto de formas contradictorias: una mujer que protege a los animales o un ser gigante y peludo que come crudo a los animales que el hombre hiere y no llega a matar.
En Misiones y Corrientes, su zona de influencia, este ser aparece montado en un chancho del monte (pecarí) para traer desgracia a los cazadores despiadados.
Desgraciadamente no tenemos datos de como hay que defenderse de este temible ser o que hay que hacer cuando se lo oye en el monte.
Fuente: Folkloreadas
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