La Secretaría de Derechos Humanos hace suya la conmemoración hoy, 30 de agosto, el Día Internacional del Detenido Desaparecido, instituido gracias a la iniciativa de la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de víctimas de la represión (Fedefam) integrada en Argentina por Abuelas de Plaza de Mayo, Familiares de Detenidos Desaparecidos y Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.
Recordar esta fecha es poner el pensamiento en los miles de hombres y mujeres que sufrieron lo indecible en los centros clandestinos de detención en todo el país y el resto de Latinoamérica, como así también, las graves violaciones a los derechos humanos perpetrados en la región desde mediados del siglo pasado.
Implica, asimismo, un compromiso absoluto en la lucha contra la impunidad, bajo los principios de Memoria, Verdad y Justicia para que los autores mediatos y ejecutores de esos crímenes masivos sean juzgados y condenados por los tribunales judiciales en un proceso indetenible como el que comenzara la Argentina en 2003 a partir de la declaración de nulidad de las leyes de Obediencia debida y Punto final.
Igualmente, en relación al futuro, rememorar esta fecha es una forma de evitar la repetición de los crímenes aberrantes de lesa humanidad cometidos de manera masiva y sistemática por el Estado de nuestro país –desapariciones forzadas, torturas, asesinatos y robo de niños- y de construir la democracia sobre la base de la verdad, la justicia, la solidaridad y la tolerancia.
En el Coloquio de París de enero de 1981, el gran escritor argentino Julio Cortazar pronunció un discurso ante el Senado de la República Francesa donde dijo: “Aquí, en esta sala donde ellos no están, donde se los evoca como una razón de trabajo, aquí hay que sentirlos presentes y próximos, sentados entre nosotros, mirándonos, hablándonos”.
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