El secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, encabezó hoy, junto al canciller Héctor Timerman, el secretario de Comunicación Pública, Juan Manuel Abal Medina; el secretario Ejecutivo del Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos del MERCOSUR, Víctor Abramovich; y el Vicepresidente de la Asociación de Corresponsales Extranjeros de la República Argentina (ACERA), Edgardo Esteban, el acto de apertura de la “Jornada para Corresponsales Extranjeros y Periodistas sobre Perspectivas Comparadas de los Procesos de Memoria, Verdad y Justicia en el Cono Sur. Su cobertura en la prensa internacional”, organizada por la Secretaría de Comunicación Pública de la Presidencia de la Nación.
La actividad, realizada en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, se enmarca en el Programa «Memoria en Movimiento, Comunicación y Derechos Humanos” de la Secretaría de Comunicación Pública, con el objetivo difundir y analizar la marcha de los procesos judiciales por delitos de lesa humanidad cometidos durante las dictaduras militares en Sudamérica.
Eduardo Luis Duhalde destacó que el proceso de memoria, verdad y justicia que ha llevado adelante la Argentina desde el año 2003 es reconocido internacionalmente. “La singularidad de este proceso es el juzgamiento, que no se hizo en tribunales internacionales ni juzgados especiales. Son juicios orales y públicos, que respetan la garantía del debido proceso”, afirmó, al tiempo que detalló que hasta el momento hay 262 condenados por crímenes de lesa humanidad y 20 absueltos por ausencia de suficientes pruebas.
Al finalizar, y en relación al tiempo que demoró la reanudación de los procesos judiciales contra los represores, expresó: “Preferimos una justicia tardía a una injusticia eterna».
En tanto, Víctor Abramovich señaló que “los procesos de memoria, verdad y justicia son de alcance regional”, y Edgardo Esteban reflexionó acerca de que “La historia no es solo lo que uno ha vivido sino cómo se recuerda para contarlo y cómo lo estamos contando en este presente”.
Por su parte, Abal Medina aseguró que el proceso de memoria, verdad y justicia «tiene que ver con el regreso de Argentina a la civilización del mundo». Asimismo, consideró que «lo que logramos avanzar es sustantivo y nos enorgullece como argentinos», al tiempo que elogió el «enorme coraje y la decisión política» de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner de impulsar esta política de memoria, verdad y justicia «cuando nada hacía pensar que era redituable y conveniente». Finalmente, destacó la necesidad de que la memoria «esté en movimiento» y consideró que eso debe ser «una tarea permanente y vigorosa del Estado y de las organizaciones».
A su turno, Timerman destacó la «enorme influencia que tiene Argentina en el cono sur» en el juzgamiento de los crímenes cometidos durante la última dictadura. Y agregó: “Nuestros progresos y retrocesos no solamente definieron los distintos momentos de nuestra democracia recuperada, sino que fueron leídos e incorporados al debate permanente que sobre la cuestión mantienen nuestros vecinos y hermanos”.
Asimismo, subrayó el trabajo de corresponsales extranjeros que durante el régimen militar, «dieron la versión inconveniente de lo que sucedía en Argentina». Y reflexionó: “Así como durante la dictadura las voces de los perseguidos, las voces de los que se oponían a un modelo económico, las voces de los que quedaban fuera del sistema no tenían lugar en los medios que utilizaron su adhesión a la dictadura para obtener ventajas económicas también en democracia hay voces que no se escuchan, que se encuentran al margen de un sistema que casi naturalmente se mueve por intereses económicos. No es en vano que las democracias más avanzadas han legislado en contra de los monopolios mediáticos y, aún así, en esos países es permanente la tensión entre los intereses corporativos y el de las mayorías”.
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