Su desaparición era un misterio que traía de cabeza a la Policía de Michigan, en Estados Unidos, desde hacía nueve años. El 11 de octubre de 2006 se perdió la pista de Davie Lee Niles después de que este lugareño de Wyoming decidiera salir con su coche a tomar algo a un bar de Bryan Township. Las horas pasaban y este anciano de 72 años no regresaba a casa, por lo que su familia comenzó a preocuparse y finalmente los agentes se pusieron en marcha para intentar localizarle.
Los esfuerzos no dieron frutos y sus más allegados perdieron cualquier esperanza de encontrarle con vida. De hecho, en 2011 –un lustro después de su pérdida– publicaron un obituario que rezaba: “Davie Lee Niles, 72 años, de Wyoming, falleció y sólo Dios sabe cuándo y dónde”. Ahora, el misterio se ha resuelto gracias al azar. Un vecino se encontraba decorando un árbol de Navidad en la zona y, desde lo alto de la escalera, visualizó algo extraño en el agua de un estanque colindante con el crematorio de Bryan Township.
Era el coche en el que viajaba el anciano. La Policía rescató el vehículo y dentro encontraron los restos mortales de Davie. “Al final cerramos una larga búsqueda”, dijo Scott Hathaway, yerno del fallecido, al canal local Wood TV8. Lo que no se ha desvelado es si se trató de un accidente o si el anciano intentó quitarse la vida de esta manera, pues padecía cáncer y sufría depresiones frecuentes.
Como dato curioso llama la atención que, en Google Maps, el coche dentro del agua del estanque había estado visible en internet desde que el satélite tomó la foto. En la imagen puede verse con claridad cómo un objeto se encuentra sumergido a escasos metros de la orilla más cercana al crematorio de la localidad.
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