La diversidad sexual y el casamiento igualitario, entre otras cosas, son parte de un cambio cultural del cual somos contemporáneos. Lo que hace un tiempo era impensado, por suerte, hoy lo podemos hablar abiertamente, incluso no nos asombra y no nos genera rechazo.
Cuando decimos esto, hablamos de la mayoría, porque como en toda sociedad existen quienes por cuestiones religiosas, de formación o incluso familiares tienen posturas intransigentes o discriminatorias con respecto a esto.
Argentina fue el primer país de América Latina en reconocer este derecho y fue el décimo país en legalizar este tipo de unión a nivel mundial.
A cinco años de la aprobación de la Ley es muy común, incluso en ciudades pequeñas como las nuestras encontrarnos con parejas del mismo sexo que deciden legalizar su relación amorosa.
Esta mañana, dialogamos con Mariana Maroli, quien este fin de semana organizó en su comercio, «Las Amalias» Restaurante y Casa de Té, ubicado en el acceso a San Pedro, la segunda ceremonia de este tipo.
La idea por la cual la entrevistamos, es dar a conocer la aprobación de nuestra sociedad hacia este tipo de relaciones entre las personas, algo que antes se escondía o era visto de mala manera.
“El año pasado tuvimos un casamiento de dos chicas que solamente se hizo el servicio de fiesta, lo que es el almuerzo y en este caso en el casamiento de Nahuel y de Rodri se hizo no solo el servicio de catering, sino que antes del catering se llevó a cabo lo que fue la ceremonia. Ellos el día anterior se casaron por civil, firmaron su libro como corresponde a cualquier matrimonio en el registro civil y después en «Las Amalias» se prepararon unos gazebos, unas pérgolas y ahí ellos eligieron tener seis testigos que eran sus amigos, quienes los habían presentado, quienes habían bancado todo este proceso y también estaban sentados los padres de cada uno de los chicos y ahí se llevó a cabo la ceremonia de los anillos, cada uno leyó algo que le quería decir al otro, el compromiso hacia el resto de la vida juntos y cada uno de los padrinos contó algo. Fue muy lindo realmente, muy emotivo.
Alguien ofició como maestro de ceremonia, fue diciendo todos los pasos que ellos tenían previsto para esta ceremonia y luego antes de hacer entrega de las alianzas se dijeron uno al otro unas palabras como cualquiera de nosotros lo hemos hecho en nuestra propia boda.
Nahuel es guía de turismo, trabaja en turismo en San Pedro hace muchísimo tiempo y Rodrigo es un docente de una localidad vecina y se radicaron acá, tienen su casa en San Pedro y ahora tienen ya los dos su trabajo acá.
Ninguno se sonrojó, ni hizo un comentario fuera de lugar, la verdad fue muy abierto y no te digo normal, para algunos era la primera vez que asistían a un casamiento igualitario y otros ya lo habían vivido, pero realmente yo noté mucho respeto y también por cómo fue la ceremonia.
Por ahí hoy no asombra esto, pero si yo te invito a tomarnos un Whisky en lo de pelecho no nos asombra a nadie y por ahí hace diez años atrás tendríamos que escondernos para tomarnos un Whisky, entonces que se yo estamos en un nuevo siglo.
Todos estos cambios Culturales y Sociales, por suerte los vamos asimilando, el tema es el mientras tanto, porque somos contemporáneos en la Cultura y a veces nos da un poquito de cosa y lo tenemos que repensar, algo que no pasa con los mas jóvenes».
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