Se llama Ernesto Raúl Vogt, es chofer desde hace 32 años de un colectivo de la empresa Rastreador Fournier y puso en práctica una idea que «revolucionó» a sus pasajeros. Disfrazado de Papá Noel, repartía caramelos a los chicos y tarjetas a los más grandes, mientras cumplía su turno al volante del micro.
«Es la primera vez que lo hago. Inicialmente la idea era ponerse solo el gorrito pero mi señora me insistió para que me calce el disfraz completo. Averigué y compré uno por internet en Buenos Aires», enfatizó Vogt a La Brújula 24.
Al ser consultado por este diario digital respecto a si quedaba solo en su imagen icónica, alusiva a la fecha, resaltó: «A los chicos les repartía caramelos y tarjetas a los más grandes».
«Fue sorprendente lo que se generó. La gente en la calle me hacía la seña para que frene el colectivo y me pedían fotos con sus hijos. Otros iban sentados y llamaban por teléfono emocionados para contarles a sus familiares lo que estaban viendo», agregó.
Por último, aclaró cómo financió esta iniciativa: «Fue todo a pulmón. Mi mujer atiende un polirrubro y de ahí me abastecí de golosinas. Las tarjetas se las compré a un chico que vende arriba del colectivo y las consigue en Buenos Aires. (InfoGEI)Jd
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