Por Darío Difalco
El lamentable episodio que culminó con la muerte de un joven en Villa Gesell por los golpes recibidos por una patota de otros once jóvenes como el, desencadenó en una polémica que tiene como eje la actividad deportiva que estos once chacales practicaban: el rugby.
Ahora desde los medios de comunicación masivos se impuso en cada titulo la palabra «rugbiers asesinos» cuando en realidad se debería usar solamente la palabra «asesinos» u «homicidas» que sería lo mas correcto, ya que en el código procesal penal de nuestro país no existe el asesinato sino el homicidio.
Lo que claramente demostraron estos once homicidas no son los valores del rugby. Ningún deporte enseña a matar, ni siquiera aquellos en el que el contacto físico es primordial como el boxeo para dar un ejemplo.
Debriamos entonces decir que el jugador de Independiente que abuso de una mujer en el departamento de otro jugador mientras ella dormía, no es abusador sino futbolista y que lo hizo por que eso le enseñaron mientras entrenaba desde pequeño.
O que los barra bravas que roban y matan lo hacen en nombre de la pasión no son ladrones ni homicidas sino pasionales y la culpa es del fútbol por generar tanta adrenalina.
Y así podríamos hacer una lista interminable de hechos aberrantes que ocurren a manos de deportistas y que la culpa sería del deporte y no de ellos.
La familia, la droga y el alcohol
En este caso no hay once jugadores de rugby que decidieron, en lugar de ir a bailar, ir a matar.
Hay once chicos, hoy homicidas, a los que no le inculcaron el respeto y el valor por la vida del otro y no fue el deporte el que falló, fueron sus padres, fue la familia que por esta década que nace está desmembrada y ya casi desaparecida.
Esa misma familia y esos mismo padres que fueron a buscar a uno de ellos para esconderlo, miren que mejor ejemplo. En lugar de hacerlo responsable de lo que hizo y entregarlo a la justicia, lo escondieron.
Pero es más fácil descargar las culpas propias en el deporte, como pasa con las escuelas y los docentes. La culpa la tiene el otro y no yo.
Por último y muchísimo más importante: Las drogas y el alcohol.
En ningún medio de comunicación se puede leer como principal causa, no solo de este homicidio, sino de la mayoría, al consumo de drogas y de alcohol, y sabe por que? Muy simple, la droga lo maneja todo y esta metida en todos los peldaños de nuestra sociedad.
Políticos, docentes, abogados, periodistas, deportistas, policías, jueces, consumen desde un «porro» que les resulta gracioso hasta la droga más dura.
Por eso la culpa es de los «valores del Rugby» y de lo otro no hablamos.
Y Doña Rosa, como decía el peor periodista de la historia argentina, esto no pasa lejos, no pasa solo en Villa Gesell. Basta con darse una vueltita a la salida de los boliches en Baradero para darse cuenta que estamos a muy poco de que pase lo mismo acá, en nuestro pago chico.
Por cierto: ¿cuanto hace que no escuchamos alguna noticia sobre kioscos de venta allanados o narcos detenidos? Extraño no?
Pero claro es más fácil tirarle el fardo al rugby.
LES HABRAN ECHO PRUEBAS DE TOXICIDAD A ESTO IDIOTAS PARA VER QUE LOS PONIA TAN VIOLENTOS ,PORQUE UNA PERSONA NORMAL NO PUEDE ESTAR TAN SACADO Y ES RARO QUE TODOS SE COMPORTEN DE IGUAL FORMA ALGO TOMARIAN QUE LOS PONIA TAN LOQUITOS
No creo que el deporte genere violentos. Si no practicaran ningún deporte tal vez serían peores. Esto no courrió dentro de una cancha . Ocurrió afuera.