Una vez más como ha ocurrido en otras oportunidades, ya no hay nada por hacer, porque los que debían hacer no lo hicieron y así otra fachada histórica es destruida.
¿Quién tiene la culpa?… El gran bonete.
Todo ciudadano tiene derecho de ejercer el comercio y bien venido sea, pero también están las obligaciones que se deben respetar y hacer respetar.
Existen cinco ordenanzas que protegen (en los papeles) el PATRIMONIO ARQUITECTONICO, en ellas queda bien claro que no se puede romper, ni cambiar el frente de los edificios considerados históricos.
Con respecto a la fachada que se está destruyendo frente a la plaza, no es que no se haya hecho nada. Tenemos entendido que Verónica Noya, Directora de Patrimonio, junto con la arquitecta García, pararon la obra durante un par de meses ya que violaba la ordenanza de preservación de frentes.
Aparentemente el HCD, había rechazado la modificación del frente de una manera muy liviana, sin ser categórico.
El resto es historia antigua y conocida, se decidió por hacer una excepción sabe Dios por qué motivos y bajo qué promesas de parte del dueño.
Y ya no hay nada por hacer, más que manifestar nuestro repudio, aunque esté aprobado, y que el dueño se enoje con este medio “bocón”, que en vez de mirar para otro lado lo hace público.
Mientras tanto los que podían hacer algo, teniendo las herramientas legales para hacerlo, una vez más jugaron al gran bonete, total a mí que me importa y en todo caso la culpa no es mía…
¿Quién tiene la culpa?, ¿yo señor?, ¡no señor!… pues entonces quien la tiene…
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