Un grupo de vecinos optó por ponerle un poco de humor e ingenio a la demorada construcción del Club de Yates, un emprendimiento privado al cual se le vendió hace 14 meses un terreno costero, con cuatrocientos metros frente al río, que incluye el cambio del curso del camino a un precio (tasación fiscal ) de $845.000. Aparentemente la empresa manifestó que debido a la creciente, cuyo pico llegó a principios de julio, se pararon las obras hasta que se normalice el caudal del río.
Hasta ese momento en que se retiraron las maquinas habían desviado el camino y marcado la laguna.
Ayer por la tarde aparecieron estos barquitos hechos con material descartable, a modo de cargada. Excepto por las faltas de ortografía, la idea es divertida.
Mejor tomárselo con humor ¿No?.
Comentarios de Facebook