El martes en la Iglesia Santiago Apóstol, celebró la Santa Misa el Padre Fabián Barreras, reconocido cura sanador, que convocó a cientos de personas que colmaron las instalaciones.
La ceremonia se extendió por cuatro horas, la energía del Padre Fabián se extendió por todos los rincones, la gente cantó, rezó y durante la imposición de manos varios sintieron una vibración indescriptible y cayeron al suelo. «Yo soy el medio, esta es la gracia de Dios» repetía cada tanto.
De pie, sobre el piso, o cualquier punto de apoyo los fieles escribían las intenciones en papeles que después eran recogidos y guardados celosamente por los asistentes del sacerdote.
Nuestro Párroco, el Padre Lucas, estuvo presente y acompañó confesando. Mostrando una apertura que hace años no existía dentro de la Iglesia Católica.
“He estado confesando cinco horas sin parar, así que no me puedo quejar«, nos contaba Lucas, cuando lo llamamos para hablar de lo ocurrido con Barrera y se refirió a el como un amigo;
«Yo al padre Fabián lo conozco desde hace bastante, lo quiero mucho, me parece un hombre extraordinario, que trabaja mucho por la iglesia y que lleva el mensaje cristiano a un montón de gente que tal vez no frecuenta mucho la misa habitualmente»; expresó el párroco quien agregó; «Sabía que iba a venir mucha gente porque conozco que al padre lo siguen mucho, por eso también aunque tenía que haber ido a Zárate, me quede y por eso estuve confesando todo el tiempo y el balance es súper positivo y además lo bueno es que ya lo enganche para que venga frecuentemente ahora en Julio prometió volver».
El Padre Lucas en sus palabras generosas destaca el carisma de Fabián Barrera, mostrando una apertura hacia otras corrientes del catolicismo y asegura que para Dios son todos especiales; «El clima de oración que había ayer era altísimo, si bien no puedo hablar de la confesión, pero te puedo asegurar que ayer fue un día de gracia para un montón de corazones que se encontraron con Jesús, algunos que hacía muchos que no se confesaban. Sí bien lo van a ver cuando vengan a misa, mi misa no es la misma que la del padre Fabián, cada uno tiene su carisma, sus modos de celebrar, yo no podría nunca celebrar una misa de tantas horas, porque no tengo tantas palabras para decir. Pero lo quiero mucho y creo que hay una gran comunión entre su modo y su llegada y lo que yo también quiero mostrar a la sociedad como párroco, es que nuestra parroquia siempre esta esperándonos, que cada uno tiene su historia especial y para Dios son todos especiales y tiene su historia con cada uno. La misa siempre es linda, no importa si la da un padre o el otro, el interés de la misa es que esté Jesús con nosotros».
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