Este martes se conocieron precisiones sobre la muerte de Lucas Liveratore, de 34 años, quien estuvo el sábado en la fiesta electrónica que se desarrolló en la ciudad santafesina de Arroyo Seco.
Se trata de la segunda víctima del evento: Giuliana Maldován de 20 años murió el domingo, tras ingresar a un hospital rosarino en estado de coma y con signos de sangrado sistémico, luego de haber consumido éxtasis, según consta en la denuncia policial.
En diálogo con Radio 2, el fiscal de San Nicolás, Patricio Mujica Díaz, ratificó que la víctima de 34 años estuvo el último sábado en Arroyo Seco y que cuando “llegó a su casa, no se sentía bien”. En la mañana del primero de enero, un familiar que vive cerca de su casa, preocupado porque Lucas no aparecía, entró en la vivienda y lo encontró fallecido en su cama.
La justicia nicoleña confirmó que el muchacho oriundo de esa ciudad bonaerense tomó éxtasis y que consiguió la droga fuera del evento del complejo Punta Stage. Mujica Díaz detalló que el cadáver tenía un edema cerebral e indicios de que había sufrido deshidratación antes del paro cardiorrespiratorio fatal. La autopsia permitió descartar “cualquier tipo de golpe o lesión traumática aunque aclaró que esperan los resultados de las pruebas toxicológicas para dar por sentado que la muerte se debió a la uso de drogas.
En declaraciones a la prensa, aclaró que su planteo no significa que en la disco no se se vendieran metanfetaminas. Por los testimonio recavados de amigos del joven que lo acompañaron a Arroyo Seco en año nuevo, Mujica Díaz expresó que “la fiesta fue un cáos”, con gente hacinada en una noche de altísima temperatura y sin agua suficiente.
En sintonía, en las redes sociales, varios comentarios acusan deficiencias en la organización de la fiesta, a cargo de Live Art Producciones.
Otros testimonios, no obstante, refieren versiones matizadas. Uno de ellos es el de Rodrigo, que dijo a El Ciudadano: “En la entrada había una carpa de médicos, y dos dispensers en el puesto de hidratación. No faltó agua en las barras hasta donde supe. Las veces que fui al baño, había agua. Pero no hicieron cacheo a los que ingresaban, por lo que cualquiera podía hacerlo con pastillas para consumo propio o para vender en el interior. Dentro de la carpa hacía un calor asfixiante. Estaba pensada como fiesta al aire libre, pero cuando se largó a llover, todos los que estaban en el exterior entraron al espacio cubierto”.
Vale mencionar que Punta Stage no tenía habilitación para organizar fiestas electrónicas y tras los fatales sucesos, el municipio clausuró el espacio por 60 días. (InfoGEI) Ga
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