Tras la renuncia de Benedicto XVI, el Colegio Cardenalicio designó la fecha de apertura del cónclave, el segundo del tercer milenio. Por la mañana se celebrará en la basílica de San Pedro del Vaticano la misa «Pro eligendo Romano Pontífice», que dará paso al procedimiento electoral.
En el día convenido para el inicio del cónclave, y tras la misa, los cardenales electores se reunirán en la Capilla Paulina para dirigirse, en procesión solemne, a la Capilla Sixtina para comenzar el cónclave.
Una vez en la Capilla Sixtina, el Cardenal decano, Angelo Sodano, leerá la fórmula de juramento. A continuación, cada purpurado elector pronunciará su nombre y, poniendo la mano sobre los Evangelios, dirá: «Prometo, me obligo y juro».
Los purpurados votarán cuatro veces al día, dos por la mañana y dos por la tarde, hasta que el nuevo Pontífice sea designado.
La normativa exige que el elegido obtenga los dos tercios de los votos más uno, según el «motu propio» emitido por Benedicto XVI el 25 de febrero pasado.
El Colegio Cardenalicio, conocido como «el club más selecto del mundo», está compuesto por 207 purpurados procedentes de 66 países, 51 de los cuales cuentan con cardenales electores.
De esos 207 cardenales, 117 son los que tienen menos de 80 años, por lo que pueden votar. El resto, octogenarios, no pueden votar pero sí pueden ser elegidos Papa.
Los cardenales tardaron dos días para elegir a Juan Pablo II en 1978, y tan sólo día y medio para elegir a Benedicto XVI en 2005.
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