El 10 de diciembre de 1945 se casaron por iglesia Juan D. Perón y Eva Duarte. Ya lo habían hecho por civil el 22 de octubre. Eligieron un templo franciscano y fueron inútiles los esfuerzos de la pareja para que fuera una ceremonia íntima
La iglesia de San Francisco de Asís está ubicada en la calle 12, entre 68 y 69 de la ciudad de La Plata. La comenzaron a construir en 1885 y fue la primera que tuvo la orden de los franciscanos en la capital bonaerense. Conserva una imagen de la Virgen con el Niño Jesús, una obra de arte de estilo bizantino del siglo 14, que fue traída de Europa por Eva Perón en su viaje de 1947.
En 1902, un incendio lo destruyó y fueron las gestiones del padre Pedro Errecart ante el entonces Secretario de Trabajo y Previsión lo que posibilitó terminar en 1945 su torre. El cura, que se hizo amigo de Perón, fue clave para convencer a la pareja de casarse por iglesia.
Además, las gestiones se facilitaron porque Evita tenía especial predilección por los franciscanos. Cuando su final se acercaba, su mamá había propuesto enterrarla en la iglesia de dicha orden.
Fijaron fecha para el 29 de noviembre de 1945. Acordaron que fuera una ceremonia íntima, reservada.
El lunes 22 de octubre se habían casado de civil. Algunos dicen que fue en el registro de Junín, otros que el acto se celebró en casa de la novia, en la calle Arias 171 de esa ciudad; otros que lo habían hecho en la Escribanía Ordiales, situada justo enfrente al domicilio de las Duarte. Y el historiador norteamericano Joseph Page asegura que se casaron en el departamento de la calle Posadas 1567, 4° B, en la ciudad de Buenos Aires.
Domingo Mercante y Juan Ramón Duarte fueron los testigos. El primero había tenido mucho que ver en la presentación de la pareja, que ocurrió el 22 de enero de 1944 en el Luna Park, en el festival artístico que se organizó para auxiliar a las víctimas del terremoto de San Juan. Le había facilitado un lugar al lado de Perón. El segundo era el hermano mayor de Eva.
En el civil él lució un traje gris; ella, un traje color marfil. El acta fue firmada por Hernán Antonio Ordiales, jefe de la Sección Primera del Registro Civil de Junín. “Estaban muy emocionados”, recordaría el escribano.
Para la pareja fue un mes frenético. En los primeros días, Perón debió renunciar a todos sus cargos en el gobierno; tras una breve escapada con Evita al Delta, fue detenido y llevado a la Isla Martín García. De ahí al Hospital Militar Central y finalmente a la Plaza de Mayo la noche del 17 de octubre.
En el medio pasó de todo: desde la idea de tirar todo por la borda e irse a vivir a Chubut hasta el frío cálculo político que llevó a Perón arrinconar al gobierno de Farrell.
A Evita le habían cortado los contratos artísticos que tenía cerrados. Los compañeros de armas del novio no veían con agrado su unión con una actriz. Les parecía indecoroso para el honor militar que viviese en concubinato. “¿Y qué quieren, que me enrede con un actor?”, respondí él. Pero acusó recibo.
El coronel, de 50 años recién cumplidos, era viudo de Aurelia “Potota” Tizón, una maestra con quien se había casado en enero de 1929. Aurelia moriría víctima de un cáncer de útero en septiembre de 1938.
La nebulosa alrededor del enlace tiene varios ribetes. Luego del 17 de octubre, la hoja donde se asentaba el nacimiento de Eva y que figuraba como Ibarguren fue arrancada del libro de actas por manos anónimas. En la partida que Evita presentó decía que había nacido en Junín el 7 de mayo de 1922. Figuraba como Eva María en lugar de María Eva. Y que se le agregó el apellido Duarte, y no Ibarguren, ya que era hija natural. Más misterios.
“Yo así no me caso”, se puso firme Perón cuando se acercaron en auto a la iglesia ese 29 de noviembre. En la puerta, los esperaba una multitud. No se sabe cómo se filtró el dato de la ceremonia. El novio, fastidiado, ordenó seguir de largo.
Finalmente, el casamiento fue el lunes 10 de diciembre a las 20:25 y aun así, debieron ingresar a la iglesia por la puerta trasera. Los padrinos fueron Domingo Mercante y Juana Ibarguren, la madre de la novia. Ofició la ceremonia Fray Francisco Sciammarella.
Ella entró con un vestido floreado, que aún su familia conserva. También se confesaron. Él con el padre Bernardino Bermúdez y ella con el padre Fidel Salvador Rossell. El casamiento quedó inscripto en el folio 297 del libro de actas parroquial.
Perón le regaló a su flamante esposa un collar de oro con un broche en forma de una flor.
Los recién casados fueron a pasar unos días a la quinta que Perón tenía en San Vicente. Rápidamente, regresó a la política. El 8 de diciembre la Unión Democrática había hecho un importante acto en la Plaza del Congreso y él ordenó hacer una concentración en la Plaza de la República para el 14.
La iglesia en cuestión fue declarada, en 1975, monumento histórico provincial y desde 2011 monumento histórico nacional. Por años, simpatizantes peronistas la eligieron para dar el “si, quiero”, tal como lo hicieron hace 77 años la pareja más famosa de la política argentina.
Infobae
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