
La presencia conjunta de figuras de La Cámpora, como Mayra Mendoza, y del PRO, como Cristian Ritondo, en un viaje a Estados Unidos es un golpe a las expectativas de muchos, dado que estas agrupaciones representan facciones políticas opuestas. Mientras La Cámpora es una parte del kirchnerismo, el PRO es la cara visible de la derecha en Juntos por el Cambio.
Este tipo de coincidencia en un viaje oficial podría interpretarse como una muestra de que, pese a las profundas diferencias ideológicas, existen intereses comunes que pueden unir a los políticos, como explorar oportunidades de desarrollo tecnológico en Silicon Valley. Aunque algunos sectores avalan esta metodología como un paso estratégico necesario para el futuro del país, la realidad es que esta proximidad genera un fuerte rechazo entre sus bases. Resulta una afrenta, especialmente en un momento en que millones de argentinos enfrentan la pobreza y el hambre, ver a sus líderes políticos compartiendo un viaje al extranjero mientras el país se desangra en necesidades básicas insatisfechas.
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