Comenzó luego de que le hicieran la ablación de los órganos. Sus restos serán velados en Berazategui.
Lourdes Espíndola y su pareja, Fernando Altamirano. Ambos policías, trabajaban en Moreno y vivían en Berazategui.
Después de que anoche declararan la muerte cerebral de Lourdes Espíndola, la policía de 25 años baleada en Ituzaingó, su familia informó que autorizaba la donación de sus órganos. Así, este lunes se realizó la ablación y desde las 18 el cadáver se encuentra en la morgue donde le harán la autopsia.
Según pudo saber Clarín, durante la autopsia los forenses intentarán extraer el proyectil que hirió y mató a Espíndola, clave para poder determinar el calibre y así poder identificar el arma homicida que usaron los delincuentes.
La policía bonaerense Lourdes Espíndola (25) y su pareja, Fernando Altamirano (34), también policía.
Por lo pronto, ya fueron identificados los dos sospechosos que atacaron a Espíndola en la parada de colectivos de Ituzaingó cuando intentaba volver a su casa tras una jornada de trabajo en el peaje Quintana de la autopsia del Oeste.
A metros de la parada del colectivo, al menos dos personas se bajaron de un auto para robarle. No querían su bolso, su billetera ni su celular. Buscaban el arma de Lourdes y, después de un forcejeo, la balearon.
Segundos después de haber sido baleada, la mujer le mandó un audio de WhatsApp a su pareja: “Me tiraron un tiro, me muero”. Su esfuerzo resultó la clave para que pudieran atenderla rápidamente.
Es que su marido, Fernando Altamirano (34),también es oficial de la Bonaerense, le avisó a una compañera, quien corrió a asistirla junto a un agente de la Federal y así pudieron llevarla hasta el hospital local, desde donde fue derivada al Posadas por la gravedad de sus heridas. Allí fue declarada con muerte cerebral anoche.
Clarín
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