Hace dos semanas que los trabajadores de Celulosa Baradero se encuentran de paro por el despido sin causa de un compañero.
En este tiempo si bien la Secretaria de trabajo decretó la conciliación obligatoria, la empresa decidió no acatarla por considerarla invalida.
BTI además de reflejar la posición de los obreros, dialogó con el representante legal de Celulosa, el Dr. Benito Aldazabal, quien explicó porque no se sentarán a negociar con el gremio. Pero además tuvo expresiones concretas sobre el trabajador despedido, Erico Del Río quien se sintió dolido y pidió su derecho a réplica. Las palabras textuales del letrado fueron las siguientes: “La empresa despidió a un trabajador de ocho meses de antigüedad que ni siquiera estaba afiliado al Sindicato, lo despidió y le pagó-su indemnización depositándole el importe a su cuenta- lo despidió sin causa expresada- pero la empresa pudo llegar a determinar que era una persona al extremo peligrosa por cuestiones que no voy a emitir al aire, pero bueno esta persona se niega a que lo despidan, no acepta que le paguen y los demás trabajadores de la empresa hacen causa común y por ese motivo el señor delegado del ministerio de trabajo decreta una conciliación obligatoria en la cual de manera abusiva- abusando de sus facultades- ordena a la empresa a reponer al trabajador, algo que es un dislate jurídico de aquellos, por eso la empresa está preparando una denuncia penal por abuso de autoridad, actuó como si fuera un Juez de la Nación queriendo imponer a la empresa que tome a un trabajador que despidió y a quien le pagó, ya no está más en la empresa, se da cuenta que es algo totalmente irracional».
Ante esto Erico Del Río contestó y aclaró cuál es su situación:
“Lo que está diciendo este señor -el representante legal de la empresa- es algo que lo pone como una excusa hacía mi persona, cuando yo en la fabrica nunca tuve ningún problema- hace diez meses que yo trabajo en la fabrica- hasta el día jueves 30, porque el 31 no me dejan entrar. Después de haberle realizados trabajos muy buenos en la fábrica, el jueves termino de hacer un laburo para cambiar toda la cañería de presión de agua para que las maquinas ande mejor, una bomba de 30 kilos de presión, el viernes no me deja entrar y estuve trabajando con el mismo dueño de la fabrica.
Me ensucian porque no tienen motivo alguno para justificar mi despido. Yo creo que si soy tan mal tipo no me estuviera acompañando todos los trabajadores.
El problema este salta de una asamblea que hubo por persecución a otros compañeros-fue el día jueves- y se habló de una mejora salarial, que pongan dispenser en la empresa porque no hay, medidas de seguridad y un montón de cosas que había que regularizar. Nunca tuve un altercado, hicimos la asamblea el día jueves y el viernes no me dejan entrar y te digo más yo el jueves había terminado de hacer un trabajo con el dueño de la empresa que estaba acá- aparentemente quien tiene un problema conmigo es su hijo Julián Pérez-y después acá no apareció más nadie.
Nunca tuve un cruce de palabra, nunca le falte, siempre cumplí, dijo muchas cosas hacia mi persona que nada que ver, primero que yo quería boicotear la empresa, después que era un peligro para mi compañeros, después que tenía armas de fuego y ahora termina diciéndome que soy muy peligroso porque nunca tuvo un motivo justo para mi despido. Yo trabajo hasta el día 30, me voy a mí casa a las 18 horas, como todos los días lo hice desde que entre a laburar el 3 de Febrero vuelvo al otro día antes de la ocho de la mañana como siempre lo hice para cumplir la marcada de tarjeta y el gerente o director me dice que yo no puedo entrar porque estaba despedido. Automáticamente la gente al yo tener buena relación con todos y nunca haber tenido un problema acá se pone al tanto y decime apoyarme a mí saliendo afuera porque no podía entender el motivo por el cual me despiden, eso fue el día 31 y recién el telegrama llega a mi casa el día cinco, por eso se toma la medida de fuerza, porque a su vez el lunes les llegaron a compañeros telegrama con el día cinco – que fue el mismo día que me llegó a mí- y ayer llegaron con el día diez, la empresa ahora intimó.
Acá el apoyo es fijo para tratar de mantener la fuente de trabajo, yo quiero trabajar, a mí este hombre me prometió un millón de cosas, yo deje otro empleo en el que estaba por temporada y este hombre me prometió el oro y el moro y me salió el tiro por culata. Yo quería trabajar acá y no viajar más, quería disfrutar un poco más de mi hijo, sacrifique plata para ganar tranquilidad y el hombre me prometió mil cosas y me jugo sucio en una palabra porque hecha sin motivo, después que yo le cambio un montón de cañerías y cosas que hice acá muy buenas acá rompiéndome el alma, se lo dio a entender a uno de mis compañeros que me había usado y que ya no le servía más, pero todo esto salta después de la asamblea del día jueves.”
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