Los vecinos habían hecho de un terreno ubicado en Loria y Gallo un lugar de esparcimiento y para la práctica de deportes.
Ellos mismo mantenían el lugar en perfecta condiciones e instalaron los arcos de fútbol que completaban la canchita, pero con el tiempo el lugar volvió a convertirse en el baldío que era antes.
Con los pastos largos, apareció la basura y el abandono.
Seguramente los vecinos, sin apoyo y cansados de tener que hacer todo a pulmón abandonaron el mantenimiento.
Una verdadera lastima, que una buena iniciativa de una barriada que necesita de buenas iniciativas, haya terminado asi.
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