Explotación del desesperado. Información para tener en cuenta

 Debemos cuidarnos, esto podría llegar a Baradero

Desde hace un tiempo, la Ciudad de Buenos Aires se ha visto invadida por jóvenes ciclistas que se dedican a entregar pedidos a domicilio mediante la modalidad conocida como «delivery». Se los visualiza por la mochila muy colorida que portan a sus espaldas. A continuación una serie de apuntes sobre esta actividad que, presentada bajo el manto de novedad y creación de puestos de trabajo para los más jóvenes, encubre una explotación propia del siglo XIX. Como todo lo que ocurre en la ciudad capital generalmente se replica en otras ciudades, se anuncia para que no se dé entre nosotros puesto que Baradero es un campo propicio con tanta desocupación y la consecuente desesperación del que busca trabajo y no lo encuentra.

– Los pibes ganan 40 pesos por viaje.
– No tienen relación de dependencia (trabajo en negro).
– No le dan la bicicleta.
– No le dan la mochila (la pagan los pibes y les cuesta $ 300)
– Si no llegan en 35 minutos investigan a quien se debe el retraso. Si es responsabilidad del pibe (los siguen con gps) no pueden trabajar por media hora y obvio no cobran el pedido.
– Tienen un plus por día de lluvia (¿?).
– Ganan en promedio 600 pesos por día.
– Para ganar esto están pendientes de la aplicación y de los pedidos de 8 a 22 hs.
– Cuando el cliente les paga en efectivo, ellos tienen que pasar por raripago o pago fácil para pagarle a la empresa el pedido.
– En la gran mayoría son venezolanos (trabajan por medio de un cbu porque no tienen monotributo hace meses. Esto es claramente abuso e ilegal).
– Les pagan cada 15 días (para que haya menos presunción de relación laboral)
– No tienen ART, no tienen seguro, no tienen nada. (Claro, por eso van en bicicleta).
– Las empresas marcan como algo bueno que no tienen exclusividad. Es decir los pibes pueden trabajar en las dos: Glovo y Rappi (buenísimo, si no te morís en una, capaz te morís en otra).
– Tienen una rotación altísima de “contratados”. Giran en promedio 100 por día en entrevistas (se ve que pocos soportan “las oportunidades de crecer”).

Para finalizar, un datito, que resulta el más interesante: Rappi ya esta facturando mas de 5 millones de dólares por mes en la Argentina.
Esto no es “ayudar”, no es “el empleo del futuro”, no es “generar oportunidades”, no es “meritocracia”. Es explotación lisa y llana en el siglo XXI.

El Diario de Baradero