El reconocido historiador e investigador, Ezequiel Adamovsky, expresó su preocupación por el contexto actual, marcado por el avance de la ultraderecha y un modelo económico que intenta dejar de lado las instituciones democráticas. En una entrevista con el programa No mientan más, emitido por Radio Provincia, Adamovsky abordó los peligros que enfrenta la libertad en este escenario y advirtió sobre el contenido ideológico que se difunde especialmente entre los más jóvenes.

La Plata, 22 Abr (Por InfoGEI).- “Existe una campaña política de corte ultraderechista dirigida a los niños que resulta alarmante. Siento que estamos como en una ciudadela sitiada por bárbaros, y si no actuamos pronto, terminarán entrando”, señaló el historiador.
Adamovsky también reflexionó sobre el cambio social que atraviesa la Argentina. “Nuestro país fue históricamente más igualitario que el promedio de la región, pero está perdiendo esa característica”. A su vez, destacó el deterioro que ha sufrido la clase media, que, pese a las dificultades, sigue identificándose como tal: “Según las encuestas, más del 70% de la población se considera parte de la clase media, un porcentaje incluso superior al de Europa”.
En relación con los cambios en la vida laboral, el investigador señaló que las nuevas tecnologías están promoviendo formas de trabajo más individualizadas. Mencionó como ejemplo las plataformas digitales, que generan vínculos laborales fragmentados, sin contacto entre compañeros ni con empleadores. Según su análisis, esto contribuye a una mayor desconexión social.
“Estamos perdiendo la estructura de la sociedad salarial y se ha instalado con fuerza una pedagogía del individualismo. Durante dos siglos nos enseñaron que lo mejor es que cada persona se ocupe solo de sus asuntos, bajo la ilusión de que, si cada uno busca su propio beneficio, todos saldremos ganando. Pero ninguna sociedad anterior funcionó de ese modo”, remarcó.
Visión de las clases dominantes
También observó un giro en la relación entre las clases altas y el Estado: “Hace dos siglos, las élites fueron las que impulsaron la creación de las instituciones estatales. En aquel entonces, el liberalismo construía mercado y también instituciones”. No obstante, hoy en día, esas mismas clases ven a las instituciones como prescindibles.
Vaciamiento de las Instituciones
“Creen que el mercado internacional ya puede organizar la vida por sí mismo, sin necesidad de mantener las estructuras democráticas que aún nos quedan”, advirtió.
Por último, recordó que la relación entre el capitalismo y la democracia nunca fue sencilla. “El liberalismo desconfiaba de la democracia en sus orígenes. Fue a través del impulso de fuerzas republicanas que se logró establecer una convivencia entre ambos, aunque siempre incómoda. Hoy, el poder económico funciona muchas veces de forma autoritaria, sin contrapesos”. (InfoGEI)Jd
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